A juzgar por las imágenes, parece un escenario apocalíptico. Llamas en las calles, vehículos policiales apedreados, personas protestando con el rostro cubierto –no encapuchados, sino con tapabocas por la pandemia– con mensajes en sus ropas y caminando en marcha con los brazos en alza repitiendo una frase que le da la vuelta al mundo: “No puedo respirar”.
Estados Unidos se hundió en una nueva crisis social desde que se conoció el video de la detención de George Floyd, un hombre negro quien murió tras un procedimiento policial en, Minneapolis, capital del estado de Minnesota. Mientras Floyd yacía en el piso, desarmado y sin poner resistencia a su detención, por aparentemente pagar en una tienda con un dólar falso, un policía blanco posaba su rodilla sobre su cuello.
Eso ocurrió el pasado lunes 25 de mayo y en una semana las voces de descontento sumaron a artistas, políticos, líderes de la comunidad negra y opositores del Gobierno, unidos para marchar contra la violencia policial hacia los negros. Esto, en unas manifestaciones pacíficas en el día, pero que al caer la tarde se convierten en una batalla campal en la que hasta Anonymous declaró la guerra al Departamento de Policía de Minneapolis.
No solo se manifiestan por la vida de Floyd, quien trabajaba como vigilante. También por Ahmaud Arbery, otra persona negra que falleció en Georgia, en febrero, cuando un hombre y su hijo le dispararon argumentando que lo vieron correr y pensaron que era un ladrón. O Anthony Hills, un exmilitar con un aparente problema psiquiátrico que fue denunciado por andar desnudo por la calle, pero que en su detención fue blanco de ocho disparos por parte de un policía, en Atlanta.
“Ser negro en Estados Unidos no debería ser una sentencia de muerte”. Esa es la opinión del alcalde demócrata de Minneapolis, Jacob Frey, tras la muerte de Floyd. Este fin de semana su ciudad se adentró en un contexto de manifestaciones que, aparentemente, ya cobraron una víctima mortal. Se trata de un hombre cuyo cuerpo sin vida se encontró junto a un auto incendiado en la madrugada del domingo.