El zaguero de Atlético Nacional Bernardo Espinosa regresa este domingo a Cali, su ciudad natal, cuando enfrente con Nacional, desde las 6:10 p.m. al América. Antes de su viaje a la Sultana del Valle dialogamos con él sobre su proceso de adaptación, lo que ha sido el inicio de la Liga, su opinión sobre el técnico Jhon Bodmer, su familia y otros aspectos desconocidos de su vida personal.
¿Cómo han sido estos días que ya inició la competencia, siente más adaptado a este fútbol?
“Han sido días intensos, con muchas cosas por hacer, instalándome, acoplándome a la ciudad, al equipo. Todo en tiempo récord, pero han sido días muy satisfactorios en esta nueva aventura, en la que tengo muchísima ilusión de poder adentrarme más en la competencia. Cada vez conozco al grupo y los lugares de trabajo. La verdad estoy muy contento por el recibimiento que me dio todo el staff y los trabajadores, quienes han hecho que la llegada sea fácil. Ya comenzamos lo bueno y de buena manera con la victoria ante Alianza”.
¿Han cambiado mucho las costumbres que tenía de Europa?
“No he tenido dificultades, porque a pesar de llevar tanto tiempo en Europa, nunca perdí mis costumbres, mis tradiciones y la cultura colombiana, por lo tanto, venir acá no ha variado mucho mi vida. Estoy preparando todo para la llegada de mi familia, tengo 3 hijos, uno de 4 años, que no tiene ningún problema, y unos mellizos de 7 meses, con los que la logística, por ser dos bebés, se hace un poco más complicada. Ellos todavía están en España, a la espera de que todo esté preparado para que puedan venir. Son cosas normales cuando uno se traslada, pero hay que adoptar cada cambio con ilusión y positivismo. Ya la semana que viene estaremos toda la familia junta y asumiremos esta experiencia de manera colectiva”.
Su esposa es española, ¿qué le expresa ella sobre este cambio y qué expectativas tiene?
“Para ella no es nuevo, porque llevamos casi 14 años juntos y ya vino a Colombia muchas veces. Es conocedora de muchos aspectos, por lo tanto no será traumático porque ya sabe cómo se vive, las costumbres, el clima... no es nada nuevo. Es más, a ella le tengo que dar crédito por ese último empujón que uno necesita para tomar la decisión de asumir este gran cambio, no solo por lo deportivo sino por lo familiar y ella fue la primera en apoyar la decisión y en animarme a embarcarnos en esta aventura. Por lo tanto sé que el cambio va a ser adoptado con mucha ilusión y seguro que vamos a disfrutar de todo, porque estamos en un lugar idóneo. En lo deportivo espectacular, y a nivel familiar es una ciudad que ofrece todo, lo vamos a disfrutar”.
¿Qué le ha llamado la atención del técnico Jhon Bodmer?
“Es un cargo que la mayoría de gente relaciona con trayectoria y años de experiencia, pero sin duda que encontrarte con entrenadores jóvenes llama la atención, no es la primera vez que me pasa. En el Girona tampoco tuve un entrenador con toda la edad del mundo; por el contrario, era joven (Miguel Ángel Sánchez). El profe Bodmer es un entrenador moderno, con las ideas, el sistema y el estilo que quiere implantar muy claros, con conocimiento y estructuras de cómo desarrollar esa idea muy claras y marcadas. Eso hace que me agrade muchísimo su gran capacidad para comunicar y trasladar lo que él necesita de cada uno de nosotros. Lógicamente que implantar un sistema y un estilo diferente al que el futbolista está acostumbrado no es tarea fácil, pero hay muchos comportamientos, maneras de jugar, colocarse y de llevar el fútbol día a día, para eso debes tener una gran capacidad para convencer y darle herramientas a los jugadores para que se sientan cómodos y creo que él lo está logrando. Para mí es un gran acierto, porque yo disfruto mucho de su estilo y sistema. Él hace que el jugador se llene de automatismos, entienda bien el juego, el por qué se hace una cosa y no otra. Lo que más me gusta es que tiene la idea clara y la sabe expresarla muy bien”.
Además del fútbol, ¿qué le gusta a Bernardo Espinosa?
“Siempre he sido una persona muy activa, que quiere formarse, he hecho distintos cursos, leo mucho, también hago actividades alternativas al fútbol, como otro tipos de deportes, pero la vida va cursando y te va mostrando prioridades y ahora mismo el tiempo libre lo dedico a mi familia. Me siento un privilegiado de hacer lo que más me gusta, pero además de poder tener bastante tiempo para dedicarle a mis hijos, estar con ellos, ser participe de su educación, ver su crecimiento. Además, también en el hogar le doy la mano a mi esposa, que cuando se queda sola no es fácil para ella estar con los niños, es tarea difícil”.
¿Si no hubiera sido futbolista a qué se dedicaría?
“Me encanta la odontología, seguramente sería odontólogo, porque desde pequeño tenía esa vocación. Compaginarlo con el fútbol, sobre todo en España era tarea imposible, porque hay muchas carreras que uno puede hacer de manera virtual, pero esta necesita obligatoriamente de la presencialidad en los laboratorios para poder desarrollarla y eso no es fácil de coordinar. Sí he emprendido en un proyecto con una familia de odontólogos que me hace estar cerca de ese sueño, por lo que seguramente hubiera optado por esa profesión”.
En Nacional hay un odontólogo, el profe Pacho Maturana, ¿qué ha conversado con él?
“Sin duda que son minutos de oro cuando puedo conversar con él, tiene mucha sabiduría, no solo en el fútbol sino también en la vida. Me sorprende la cercanía que tiene con el futbolista y con nosotros los nuevos. Es de los primeros en acercarse, preocuparse porque uno esté cómodo y a nivel familiar preparado para afrontar lo que viene y cuando uno habla con él de fútbol se sabe que es un referente. Es una fortuna poder compartir acá con él”.
¿Qué le dice a los hinchas que están diciendo que usted es un Cristian Zapata 2.0?
“En el fútbol no conozco jugadores iguales y la magia de este deporte es darle cabida a todos los juicios y opiniones de cada aficionado, hay que respetar la opinión de cada persona. Incluso, a mi no me gusta definirme como jugador, eso no me corresponde. Creo que el fútbol no tiene memoria y uno debe ceñirse al presente. Yo a los hinchas no puedo prometerles y asegurarles nada, porque en este deporte todo cambia en un segundo, en una jugada, pero lo que sí puedo prometerles es el compromiso que voy a tener con Nacional, el profesionalismo que le pueda aportar. Mi dedicación al trabajo siempre ha sido al máximo, así que les puedo decir que tomé la decisión de venir acá, porque quería hacerlo en óptimas condiciones, para competir y rendir a buen nivel y eso es lo que vine a hacer. Solo les agradezco por darme una bienvenida espectacular, me he sentido muy arropado y entiendo la responsabilidad que tengo, lo que exige y la ambición que tiene el club y sus hinchas. Lo único que puedo hacer es retribuir el cariño con rendimiento y el que esté o no a la altura lo van a dictar los resultados y lo que pueda aportarle al club. No me gustan las comparaciones, pero sin duda estar acá es un sueño realizado y soy un privilegiado de participar de un pedacito de la historia de este club”.