Nunca el alcalde Daniel Quintero ha explicado por qué su gobierno quedó desfinanciado, por qué de un momento a otro, después de ser el periodo con más plata en la historia de la ciudad, los programas sociales se quedaron sin un peso. Desde hace más de un año le empezó a exigir al Concejo que le aceptaran la venta de las acciones que EPM tiene en UNE y luego, que le aprobara transferencias por 330.000 millones de pesos. ¿Para dónde se fue la plata? Todo indica que, sumado a posible corrupción, hubo una mala planeación de recursos.
Tan mala ha sido esa planeación, y la Alcaldía tiene un roto tan grande por el que se le escapa el dinero que algunos de sus programas bandera o andan muy mal o nunca despegaron. EL COLOMBIANO obtuvo un documento de la Secretaría de Gobierno en el que se muestra que temas como las ciclorrutas, la instalación de internet en colegios, el proyecto de luminarias y hasta la matrícula cero están desfinanciados.
El documento es un archivo de Excel con corte a junio en el que aparecen los indicadores de cada proyecto y, además, cuáles son los priorizados en caso de que se aprobara el uso de 101 mil millones de pesos de ingresos que obtuvo y que no esperaba, como efectivamente lo hizo la Corporación Municipal el 4 de agosto pasado.
El primer priorizado es el de los “Centros del Valle del Software”, donde aparecen las cifras desnudas así: la meta era construir 21 para el final de gobierno, para 2021 ya se habían levantado 9 —en realidad fue adecuación de infraestructura que la ciudad ya tenía— y en 2022 se instaló uno más, para un total de 10.
Así, hasta la semana pasada la Alcaldía no tenía un peso más para su proyecto bandera. En el comentario de los expertos aparece que con el superativ buscarían la “dotación de 2 CVS (Centro del Valle del Software), se priorizarán -REVISAR QUE SEAN SOLO 1.000 MILLONES-”. Las mayúsculas son del archivo y muestran la necesidad que tiene la Alcaldía de no malgastar la plata adicional que le llegó sin contar con ella por superávit. Por otro lado, desde ya se sabe que no cumplirán la meta.
El segundo proyecto priorizado parece un capricho. Dice “Moda al barrio compromiso gestora social (Diana Osorio, primera dama de la ciudad) - NO SE CONSIDERA PRIORITARIO, pero se intentará priorizar $170.000.000”. Según la página web de la Alcaldía, este programa busca “fortalecer y exaltar los talleres satélites, marcas y empresas del sector de la moda de la ciudad y sus corregimientos, a través de procesos de acompañamiento, formación y acceso a recursos”. Para este año, su avance es de cero por ciento.
Quizás uno de los puntos más preocupantes de esta administración han sido las críticas alrededor de Buen Comienzo, y en el archivo se ve hasta qué punto no se han cuidado los recursos para los niños de 0 a 5 años.
Dice: “Hasta 15 de septiembre hay operaciones de todas las modalidades de atención a la niñez. Atención integral a la primera infancia en las modalidades de atención Centro Infantil 8 Horas, Jardín Infantil 8 Horas, Flexible 10 Horas y Modalidad Familiar; este recurso es destinado a los procesos psicosociales, educativos, prevención del riesgo, salud y nutrición de 95.000 niñas y niños del Distrito (cobertura acumulada); así como la contratación de 4.544 agentes educativos que desarrollan sus actividades dentro de las Modalidades mencionadas. Necesidad $17.487.760.380”.
Como si fuera poco, al Programa de Alimentación Escolar (PAE) también le faltaban recursos para poder cumplirles este año a los niños. Según la tabla, necesitaban priorizar más de 7.000 millones de pesos o los niños se iban a quedar sin con qué comer, pues muchos de los beneficiarios cuentan con este programa para nutrirse, pues en sus casas no hay la plata suficiente para una alimentación balanceada que facilite su desarrollo.
Todo esto quiere decir que, si el Concejo no le aprobaba el superávit a la Alcaldía, todo el programa de Buen Comienzo se iba a ir al traste, un evento totalmente inédito en Medellín, pues programas pilares nunca están amarrados a adiciones presupuestales.
En la misma línea de cuidado a los menores de edad está el programa para prevenir el reclutamiento forzado, consumo de drogas, maltrato, trabajo y explotación sexual infantil, que este año tiene una ejecución apenas del 37 por ciento y que necesita en este momento 3.700 millones de pesos. La advertencia de los expertos que aparece en la tabla dice que de no contar con el recurso “se deja de prestar el servicio de atención para niños, niñas y adolescentes en todas las comunas y corregimientos del Distrito de Medellín a 3.772 Niños, Niñas y Adolescentes por 181 días calendario, especialmente en los sectores de mayor vulnerabilidad”.
Pero el despelote presupuestal continúa, pues otro programa bandera de Quintero, Matrícula Cero, hasta la semana pasado solo tenía garantizado dinero para el ITM, el Colegio Mayor y el Pascual Bravo, las 3 instituciones de educación superior oficiales. “Pendientes $18.000 millones de solicitud para Gobierno Nacional. Se priorizarán $19.000 millones de superávit para poder cumplir”, se lee en el documento.
Además, con la plata nueva que le entrará, la Alcaldía va a priorizar —según el citado archivo — la atención a 195 menores de edad y 3.800 adultos con discapacidad, programa al que le hacían falta más de 4.000 millones de pesos; espacios públicos ecológicos, un proyecto que este año no tiene ningún avance; continuarán con los subsidios para mejoramiento de vivienda a 1.423 hogares, para lo cual no se tenía ni un solo peso, y pese a que el compromiso era meterle 10.000 millones de pesos solo se priorizan 6.800 millones. Finalmente, y aunque dicen los técnicos que no lo consideran prioritario, se montarán tres meses de mercados campesinos que también habían sido olvidados.
Con la aprobación del superávit, que en realidad el Concejo siempre lo concede, a la Alcaldía se le apareció la virgen. El secretario de Hacienda, Óscar Hurtado, dijo después de las sesiones que con esa plata iban a “avanzar con la inversión social para el Distrito”.