Dicen que en los cumpleaños los mejores regalos vienen de uno mismo. Y eso hizo Atlético Nacional. En una noche cargada de historia, lluvia y fiesta, el equipo verdolaga se regaló una victoria contundente que lo deja como líder de la Liga Betplay (31 puntos) y clasificado de forma anticipada a los cuadrangulares. De esa forma, este es un 30 de abril redondo, de esos que se atesoran en el alma de los hinchas: cumpleaños 78 del club y un 3-0 frente al Deportivo Pasto como postal perfecta de celebración.
El Atanasio Girardot, todavía con los rastros del concierto de Maluma —huellas en la grama, marcas del escenario—, se convirtió nuevamente en el fortín donde Nacional se hace invencible. Ni la cancha resbalosa ni la lluvia ni el rival de turno lograron opacar el rendimiento demoledor de un equipo que ya suma siete victorias y un empate como local, para un asombroso 91,6% de rendimiento en su casa. El verde está en modo fiesta... y en modo serio.
La orquesta la dirigió, cómo no, Edwin Cardona. El talentoso volante volvió a ser protagonista de principio a fin. A los 36 minutos, en medio de una primera mitad de estudio, sacó un zapatazo desde fuera del área que dejó sin reacción al portero del Pasto. Golazo. Otro más en una campaña en la que ha tenido un rol determinante: ha participado directamente en 13 de los 31 goles del equipo entre asistencias y anotaciones. El primero de la noche fue suyo, pero el mejor aún estaba por llegar.
El descanso trajo más que indicaciones tácticas. En el entretiempo, las luces del estadio se atenuaron para que una torta se encendiera en el campo. René Higuita, ídolo eterno, fue el encargado de encender las velas simbólicas y recordar que el fútbol también es memoria, identidad y celebración. Un acto sencillo pero cargado de emoción que fue, sin duda, un buen augurio de lo que vendría.
Porque aunque el Pasto intentó reaccionar en el arranque del segundo tiempo —y llegó a celebrar brevemente un gol anulado por una mano de Déinner Quiñones—, el dominio siguió siendo del local. Nacional ajustó, mantuvo la posesión, y encontró los caminos hacia el arco rival. Al minuto 66, luego de un tiro de esquina peinado en el primer palo, apareció Andrés Felipe Román por el segundo poste para poner el 2-0. Gol que vale más que tres puntos para el lateral, que necesitaba ese grito para retomar confianza y acercarse a su mejor versión.
Pero la verdadera joya del cumpleaños estaba reservada para el cierre. Edwin Cardona, con una mezcla de visión, confianza y técnica excelsa, vio adelantado al arquero y desde la mitad de la cancha dibujó una parábola perfecta que silenció por un segundo al estadio antes de hacerlo estallar. Un gol memorable, su anotación número 41 con la camiseta verdolaga, y un broche de oro para una noche que ya era inolvidable.
Con el 3-0 final, Atlético Nacional no solo aseguró su cupo entre los ocho, sino que también se trepó a la cima de la tabla. Los números hablan solos, pero la sensación que deja este equipo es aún más elocuente: Nacional volvió a encontrarse con su esencia.
Además, esta victoria alarga una racha imponente ante Deportivo Pasto. El verde no pierde contra los nariñenses desde el 30 de marzo de 2019, cuando cayó 0-1 en el Atanasio. Desde entonces han pasado 15 partidos sin conocer la derrota frente a ese rival, una supremacía que se alarga con cada encuentro.
Ahora, el conjunto antioqueño se prepara para un desafío vital: el clásico frente al Medellín el próximo domingo. Un duelo con historia y pasión. Luego, vendrá el turno de saldar cuentas pendientes en la Copa Libertadores, donde el margen de error se ha reducido.
Pero por ahora, Nacional celebra. Celebra su historia, su presente ilusionante, y un cumpleaños que quedará en la retina de todos. Porque hay regalos que no se envuelven, sino que se construyen en el campo con talento, entrega y orgullo. Y eso fue lo que Nacional se dio a sí mismo, por anticipado, en sus 78 años.
