El nombre remite de inmediato a dos ideas: testículos y boleto de salida del servicio militar obligatorio.
El varicocele, una dilatación de las venas que irrigan los testículos, es una amenaza para la fertilidad.
Además, en contadas y muy especiales ocasiones y condiciones, puede ser una advertencia de un tumor renal.
Se trata de un problema frecuente, asegura el urólogo Fabián Raigoza, de Inser. Se lo dicen la experiencia y las cifras: uno de cada diez varones presenta esta condición, que si bien se suele encontrar en la adolescencia, se puede presentar a cualquier edad.
Su causa está rodeada de mitos, que van desde el uso de ropa interior ajustada hasta sostener relaciones sexuales de pie. Tampoco masturbarse, o no hacerlo, tienen algo que ver con su aparición, así la gente lo señale como un factor determinante.
Falso, dice el también urólogo Jaime González. "Se trata de una condición de las personas, donde juega un papel importante la genética".
Concuerda con él Raigoza, quien agrega que es una tendencia del ser humano. Así como en las mujeres existe la probabilidad de que aparezcan las várices, en los hombres está la varicocele, que son situaciones similares, pero con diferente ubicación.
Operarse ¿sí o no?
Del 10 por ciento de varones que presentan esta dilatación, solo unos pocos necesitan ser operados.
¿Cuándo y por qué? Es necesario realizar la intervención en el momento en que se identifique que la varicocele es un factor que está alterando la fertilidad.
Alrededor de un 25 por ciento de los pacientes presenta esta condición, en donde la dilatación de las venas imposibilita la fecundación.
Entonces se necesita una intervención quirúrgica, conocida como varicocelectomía. También hay que operar si hay dolor, que suele presentarse en el testículo e irradiarse a la zona inguinal.
De lo contrario no hay que pasar por el quirófano. Pero vale aclarar que se trata de una cirugía ambulatoria y que está incluida en el Plan Obligatorio de Salud.
Ahora, es mucho mejor, en caso de tener que operar, hacerlo en la adolescencia.
El autoexamen
"Así como se le pide a las mujeres que se hagan el autoexamen de mama, los hombres deberían hacerse el de testículos", opina Raigoza.
Al tacto se deben sentir venas agrandadas y retorcidas en el escroto. O como si hubiera espaguetis detrás del testículo.
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