Los isleños dicen subir a Providencia desde San Andrés porque es ir al norte, en contra de las olas. Ese recorrido marítimo se puede hacer ahora en un catamarán que hace poco cumplió su viaje número 100.
Este caballito de mar llamado Sensation está diseñado para estas aguas y cuenta con capacidad para que 50 personas disfruten del viaje que dura dos horas y 30 minutos impulsado por Acpm. Según el tamaño de las olas y la fuerza del viento, varía el tiempo en recorrer los 72 kilómetros que separan a San Andrés de Providencia.
El barco es seguro, pero para mayor tranquilidad cuenta con dos balsas para 25 personas cada una, 54 chalecos, Gps y un piloto automático que podría llevarlo sólo.
El catamarán está al alcance de todas las personas, el 60 por ciento de sus viajeros son isleños y el resto turistas que gozan de él.
Todos a bordo
La aventura comienza una vez se deja la isla rompiendo las olas hacia el norte. En medio del viaje es posible ver delfines que acompañan un rato mientras se viaja, también se ven peces voladores por la proa del barco.
Esta embarcación fue traída por un empresario colombiano desde Estados Unidos y hoy es un atractivo más para los turistas que llegan a San Andrés con deseos de no partir sin antes llegar hasta Providencia y Santa Catalina.
Además, sirvió para acercar a los habitantes de las tres islas. Antes los lugareños solo tenían la posibilidad de salir de Providencia en avión o en barco carguero. El primero muy costoso para muchos y el segundo muy demorado, dado que puede tardar hasta ocho horas o más.
El viaje en el catamarán es inolvidable. Ronaldo Taylor Arehbold lleva 30 años viviendo en los barcos y hoy es el capitán de la veloz embarcación.
"Creí en este proyecto y acepté porque soluciona una necesidad sentida porque nos sentíamos excluidos sin un servicio de transporte así". Él nació en Providencia y por eso le duele todo lo que pase con su querida isla.
En medio del viaje aventurero, Ronaldo sonríe con todos sus vecinos quienes van observando por las ventanas el mar que ahora parece más pequeño porque atravesándolo pueden llegar más rápido a San Andrés y regresar a Providencia.
En los turistas esta aventura aumenta la adrenalina, la alegría y la expectativa. La embarcación hace parte del paseo que sin duda todos querrán repetir.
Al llegar a Providencia el mar y el cielo se funden. Las horas pueden pasar mientras se duerme sobre la arena blanca o se escucha reggae y una voz suave dice "¿Do you want cocoloco?"
Eso es Colombia.
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