Desde el comienzo de este sueño, hace más de 20 años, Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza, fundadoras de Agua Bendita, querían llegar a donde otros no habían llegado y conquistar el mundo y hoy, asegura el CEO de la compañía, Esteban González, “aún vamos en ese camino”.
Una de las marcas de vestidos de baño más reconocidas del país ha ido moviéndose por el mundo expandiendo su negocio.
“Hoy tenemos presencia en más de 60 países, tenemos filial en México y Estados Unidos, próximamente en Europa; somos más de 430 empleados directos y 1.000 indirectos; el 80% de nuestro equipo es femenino”, cuentan desde la compañía que en este 2024 se salió de su zona de confort y lanzó una propuesta Streetwear llamada Land of Flowers que presentó en las calles de Prado Centro en Medellín.
Al hablar de esos paradigmas que la marca eliminó para tener la proyección internacional que hoy tienen, González explica que lo más importante ha sido pensar diferente, “hemos eliminado los limitantes, los que parten de las premisas de que no es posible tal o cual cosa; somos de una mentalidad positiva, atrevida pero aterrizada. Nos rodeamos de gente que nos inspira y nos ayuda a lograr lo que nos proponemos”.
Añade además que desde su creación siempre fue importante tener una historia genuina por contarle al mundo y que sea valorada; “ha representado entender que las barreras y los límites nos los ponemos nosotros mismos y que si soñamos en grande, apostamos en grande y ejecutamos en grande, pues el resultado será grande”.
Agua Bendita rinde homenaje a las técnicas ancestrales, sus prendas tienen mucho trabajo manual, “nuestros artesanos transforman nuestras piezas en obras de arte. Entre puntada y puntada, recordamos quiénes somos y qué nos une. Honramos lo hecho a mano a través de piezas exclusivas bordadas”, cuentan en su web.
La visión Long Tail
En el mercado Long Tail se mueven sus dos marcas, Agua y Agua Bendita, “cada una tiene su ADN y su nicho; y se mueve en un segmento de mercado diferente. En ambos casos hemos sabido crear historias en piezas únicas para el mundo, preservamos el legado de lo artesanal”, explica González.
Para Agua Bendita, el mercado al que llegan es el de la ropa de verano, “nacimos en los trajes de baño y hemos evolucionado a los complementos y ahora al mundo de la ropa, llevando nuestro arte a más ocasiones de uso y a otros segmentos, como el infantil y el masculino, ambos creciendo de forma importante”, indica el CEO.
En el caso de Agua es más una marca resort wear en el que la ropa es más protagonista, “con unos diseños más elegantes, atemporales y de construcciones más sofisticadas y exclusivas”.
Sobre las posibilidades del Long Tail en la industria de hoy, considera González que los nichos son muy atractivos, y que la escasez y la sensación de exclusividad siempre tendrán un potencial de venta, rentabilidad y diferenciación muy altos.
“Nos gusta tanto que es ahí donde nos movemos. Nuestras marcas son de pocos volúmenes, de piezas que no se repiten, tenemos muy pocos productos reprogramables, sacamos colecciones permanentemente que se agotan con facilidad y no las volvemos a producir. Nos exigimos a innovar permanentemente. En el caso de nuestra marca Agua Bendita, marcamos tendencia colección tras colección”, concluyó.