María Bibiana Botero, presidenta de Proantioquia:
“Si volamos un poco más alto para ver de qué está hecho el presente y futuro de Antioquia nos damos cuenta de que detrás y a la par de las grandes empresas antioqueñas que consolidaron las multilatinas conformadas en los 30 años recientes, aparecen, sin la mano planificadora del Estado, una clase media empresarial que es responsable de una nueva oleada de potencial exportador de servicios, talento y contenidos, ideas, imágenes y canciones para el mundo.
Antioquia Emergente es una realidad, y en Proantioquia estamos comprometidos con jalonar unas grandes movidas que buscan catalizar esta estrategia. ¿Cómo? Fortaleciendo el ecosistema de la industria musical y audiovisual para que sea una economía impulsora del empleo y la inversión, promoviendo la productividad de las empresas de alto valor a través de su internacionalización, consolidando una plataforma de desarrollo industrial para el agro con innovación y tecnología, haciendo del bilingüismo en inglés nuestra principal herramienta para el empleo en economías nicho: hospitalidad, entretenimiento, industria digital; e incidiendo en una mejor infraestructura para la competitividad”.
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David Escobar, director de Comfama:
“Antioquia emergente no es una verdad revelada. Se trata de una mirada empresarial de futuro y una apuesta decidida por convocar conversaciones y proponer agenda pública acerca de las transformaciones que son necesarias para construir y aprovechar las oportunidades de una nueva visión económica de Antioquia.
Las empresas de la creatividad y las nuevas industrias y agroindustrias enfocadas en nichos de alto valor crean desarrollo y generan riqueza. Cuando analizamos estos dos grupos de empresas, las que están en el mundo del long tail y las de la Medellín creativa, observamos que en ellas hay empleos de muchísimo valor, de ingresos altos, y eso tiene un gran impacto social. Con un poco más del 16 % de las empresas, en la industria creativa local (que incluye la música, el software y el turismo) y en las long tail se generan más del 50% de los empleos con salarios mayores a cinco millones de pesos. Si estos dos mundos crecen, vamos a tener mucha más gente con salarios mayores a 5 millones, más salarios medios y altos, menos informalidad y menos personas que se quedan en el salario mínimo, lo cual es fundamental para el desarrollo social”.
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Claudia Restrepo, rectora Universidad Eafit:
“Para nosotros como universidad, la estrategia de Antioquia Emergente nos mueve a una reflexión sobre qué tipo de talento necesitamos formar para estar alineados, para catalizar esas economías que están emergiendo. Hace pocos días Salvador Alva nos decía, desde el TEC de Monterrey, que si no entendíamos la estrategia del territorio, su competencia, su competitividad, pues es difícil saber qué talento hay que formar. Y contagiados de este proceso también nos hemos planteado varios retos de alto nivel, como consolidarnos como un centro de formación en tecnologías emergentes y de inteligencia artificial para Colombia, en respuesta a nuestros principios de innovación educativa, científica y tecnológica.
También le apuntamos al emprendimiento. Estamos consolidando un gran ecosistema de emprendimientos universitarios para Latinoamérica. Creemos que hay un gran potencial del nuevo tejido empresarial, uno que genera, además, transferencia de conocimiento en ciencia, tecnología e innovación”.
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Alejandro Salazar, fundador y director de Breakthrough:
“Había la percepción de que Antioquia estaba estancada en su desarrollo, agotada, como en la década de los 90, y se comenzó a hablar de la necesidad de reindustrializar. A la par se veía un gran auge en ciertos sectores que daban cuenta de que Antioquia sí estaba internacionalizada y moviendo nuevos negocios, especialmente en la industria creativa y musical, pero también en long tail.
Entonces Antioquia Emergente comienza a preguntarse dónde y cuáles son esos fenómenos que nos están posicionando en el mundo y para eso convocamos una coalición crítica de gente, representativa de esa inteligencia colectiva y en esa conversación nos dimos cuenta, tal como lo sospechábamos, de que no era cierto que Antioquia estuviera desconectada del mundo, sino que lo estaba de otra forma. Entonces empieza a emerger un mapa de una ciudad distinta, de una región que siempre ha tenido unas características particulares y comenzamos a hablar de las ventajas que tenemos para intercambiar valor agregado con el mundo y, en ese medida, direccionar su destino para la próxima década”.
