Antes, cuando se iba a comprar un automóvil cero kilómetros, prácticamente la prueba que se le hacía era irlo a mirar a la vitrina, sentarse en él y si había “química”, hacer la compra. También el consejo de quien ya tenía un modelo similar era el rasero para saber si el carro era el que se necesitaba. La belleza del diseño influía, claro, tal y como lo es hoy también.
Hace unos años, los concesionarios comenzaron a disponer de vehículos de prueba para que los clientes comprobaran sus bondades conduciéndolos durante algún tramo, y también estaban los ensayos que hacen los medios especializados para hacerse una idea más “objetiva” del auto a considerar.
Pero, ¿qué se debe tener en cuenta al momento de hacer una prueba? “No es conducirlo y ya está, hay que detectar algunos aspectos clave que pueden hacer la diferencia entre el carro probado y su similar de la competencia. Si bien todo entra por los ojos, hay características que, por no tenerse en cuenta pueden dejar aburrido al comprador y por eso, a veces, vemos carros con muy poco kilometraje en venta, porque simplemente no cumplieron las expectativas del cliente”, dice Juan Gonzalo Marín, asesor en un concesionario de vehículos.
Estos son algunos aspectos que deben tenerse en cuenta cuando vaya en plan de comprar un automóvil, nuevo o usado.
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Es importante hacerse a una idea de los modelos existentes en el mercado consultando publicaciones especializadas. Saber cuál es la competencia del modelo elegido, sus características técnicas, su tamaño y su consumo estimado y su precio es una clave.
“Consultar pruebas y videos que se hayan hecho, eso sí, en medios que sean reconocidos y serios porque en internet abundan supuestas pruebas que no son otra cosa que publicidad encubierta de las marcas, que pagan a esos medios para realizar los publirreportajes. Por eso hay que tener mucho cuidado en que esos datos hablen de las desventajas del carro, porque todos las tienen, no existe el modelo perfecto”, comenta Jorge Mario Álvarez, asesor externo en el tema automotor.
Tenga un presupuesto claro y consulte las listas de precios que ofrecen algunos medios. Una vez establecido hasta dónde puede pagar, haga una decantación y una selección final de los candidatos. Contraste estas listas de precios con las de cada concesionario, pues estas pueden cambiar según variables como el costo del dólar o las promociones que suelen tener las virinas.