Pantalón negro y camisa blanca, como siempre. Carolina Herrera no ha necesitado más para ser elegante. Está en un gran salón minutos antes de su pasarela en la Semana de la Moda de Nueva York 2018. Será la última.
Verifica el orden de las modelos, pasa por la sección de maquillaje y peinado, saluda y sigue el protocolo del show. Ellas desfilan sus diseños. Al terminar, da un par de pasos. Va a despedirse. La semana pasada anunció que no estará más al frente de su marca, que seguirá siendo embajadora, pero ya no quien salga año tras año después de mostrar la colección.
En su último desfile la hicieron quedarse un rato. Wes Gordon, el estadounidense que será su sucesor, le entregó rosas rojas. Los aplausos fueron largos, el público se puso de pie.
“Es una señora en todo el sentido”, cuenta Julián Posada, consultor de moda. Carolina, venezolana de nacimiento, deja un manual de enseñanzas para los amantes de la moda. También de frases: “La elegancia no está definida únicamente por la ropa que usas. Está en cómo te mueves, cómo hablas, lo que lees”.
Estas son sus herencias:
1. La elegancia, atemporal, y la belleza femenina
“Ella es la definición de lo que es una mujer elegante”, cuenta la diseñadora colombiana Isabel Henao, y añade Posada que su ropa tiene mucho del concepto clásico, siempre bien hecha, muy bien construida, “a pesar de que no sabe ni dibujar ni coser tiene el ojo y el refinamiento para saber cómo cae una tela y qué tan bien se ve una prenda, y habló además de que la mujer debe vestirse para ser hermosa”. Ella cree que vestir a una mujer es sinónimo de resaltar su belleza.
2. La camisa blanca, siempre presente y cada año distinta
Ese es su símbolo, esa impronta que la identifica. No solo las reformulaba, colección tras colección, sino que además las usaba, con el cuello alzado, una falda larga y un collar de perlas. Para el cierre presentó varias opciones y remató con un “mensaje sutil”, según Henao: 20 modelos vestidas con la misma camisa blanca y faldas en tafetán de muchos colores.
3. Herencia latinoamericana sin apelar a lo cliché
“Ella y Óscar de la Renta fueron, en sus inicios, dos diseñadores muy latinos en el uso del color”, explica el consultor Julián Posada. Sin embargo, fueron evolucionando esa huella sin olvidar los tonos vibrantes y sin caer en lo fácil y lo común. “Esas 20 modelos tenían sus faldas de tafetán en colores que más fácil usamos los latinos”, concluyó el consultor.
4. Un imperio de moda en el que además hay perfumes
Amplió el portafolio con una línea de fragancias en 1988. Empezó con una y ahora son 22. Su hija, Carolina Adriana Herrera, maneja esta línea. Sus tiendas están presentes en 100 países. Tiene además una línea de novias y CH, que nació en 2001 para comercializar accesorios como bolsos y gafas. “El accesorio invisible para cualquier prenda es un perfume”, dijo alguna vez.
¿Quién es su reemplazo?
Criado en Atlanta, Estados Unidos, Wes Gordon asumió la dirección creativa de la marca Carolina Herrera. “Es el adecuado para este puesto”, señaló la diseñadora.
Tiene 31 años y estudió moda en el Central Saint Martins en Londres, considerada una de las mejores escuelas de diseño del mundo. Realizó trabajos como practicante bajo la batuta de Óscar de la Renta. Tras su graduación en 2009, el joven diseñador se mudó a la ciudad de Nueva York para presentar su línea de ropa femenina y su colección se vio de 2010 a 2016. Durante este tiempo, Gordon recibió el Premio Rising Star de Fashion Group International y fue finalista del CFDA / Vogue Fashion Fund. En marzo de 2017 comenzó a trabajar con la diseñadora venezolana como consultor ejecutivo. Está casado con el artista Paul Arnhold desde junio de 2017.