El actor bogotano tiene dos personajes al aire en producciones de Netflix y Caracol.
El solo nombre del actor bogotano Carlos Manuel Vesga es un buen augurio para los televidentes, que ven en cada uno de sus personajes un sello de calidad.
Actualmente está al aire en dos producciones, en cada una de ellas con roles totalmente opuestos, que hablan de su versatilidad y talento.
En Devuélveme la vida, de Caracol, es Alfredo Azcárate, un empresario del algodón, tosco, conservador, clasista y racista, mientras en la serie Secuestro del vuelo 601, de Netflix, personifica al Flaco Marulanda, un periodista sin escrúpulos, bastante pintoresco.
El actor de 48 años de edad, que comenzó en Pandilla guerra y paz, Pobre Pablo y Floricienta, conversó con EL COLOMBIANO acerca de estos dos proyectos.
Vesga dice que para un actor interpretar un personaje de época es una maravilla, todo un regalo.
“En este caso (Devuélveme la vida) es muy interesante, aunque es un personaje en el contexto de otra época hay muchos rasgos de ese rol que perduran aún hoy, tristemente hay muchos comportamientos y maneras de pensar, que aún no hemos podido superar como sociedad, hemos mejorado, pero aún falta mucho”, relata Vesga, al explicar que ese rol implica una responsabilidad extra.
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A Alfredo Azcárate lo define como un tipo terrible “que carga con una amargura que no lo deja vivir, aunque eso no justifica las cosas terribles que hace. Es un villano en mayúsculas”.
Sobre el retorno de este tipo de historias a la pantalla, con todas las características del melodrama, al actor dice que las historia buenas son atemporales y se pueden replantear una y otra vez. “Siempre nos van a conmover la injusticia, el amor, el dolor, los anhelos y los sueños, así que qué maravilla volver a una historia clásica en su narrativa, que muestra los matices humanos”.
Destaca el talento joven que hay en Devuélveme la vida, a la vez que recalca que ama la “docencia”, poder transmitir y compartir su experiencia y trabajo con los más nuevos.
El Flaco Marulanda
Acerca de Azcárate y Marulanda, sus dos personajes al aire, dice que con ninguno de los dos le hubiera gustado toparse.
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“Lo que pasa es que el Flaco (Secuestro del vuelo 601) produce es medio risa, es un pobre farsante. Fue un regalo interpretar ese personaje, los directores me dieron vía libre para meterle lo que yo considerara pertinente y decirme eso es como darle a un niño una caja de crayolas, yo soy feliz proponiendo”.
Sobre la inspiración para construir al Flaco Marulanda dice que en los años 70 y hasta en los 80 los periodistas tenían mucho de “estrellas, de celebridades”, porque eran personas que veía y escuchaba todo el mundo, “por eso tenían un ego tremendo, usaban un lenguaje muy pomposo, eran como poetas de la noticia para descrestar a las audiencias”.
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Carlos Manuel lamenta que los actores no tengan el suficiente tiempo para sentarse como un televidente más para ver su trabajo en pantalla, aunque reconoce que con Devuélveme a vida está haciendo todo o posible para no perderse la producción, no solo por su trabajo, sino por la calidad audiovisual y narrativa de la misma.
