La comediante cucuteña Liss Pereira, que en 2021 la vimos en el reality Master Chef Celebrity, estrenó hace un par de semanas en Netflix el especial Adulto promedio.
Este es su segundo proyecto en la plataforma de streaming. En esta ocasión invita a la audiencia a poner al descubierto los estándares y expectativas de la adultez, el reto de crecer, la aceptación, ser promedio, las exigencias y presiones que traen las redes sociales, en un contexto donde ya no se puede vivir, vestir ni comer en paz.
Liss habló con EL COLOMBIANO acerca de esta experiencia, que catapulta su carrera internacional.
¿Cuál es la temática de este nuevo especial en Netflix?
“Uno de los temas centrales que voy a tratar es exponer lo que sentimos cuando no encajamos en un lugar, hablo de cómo aceptar nuestra propia normalidad, estamos en un contexto histórico en el que todo el tiempo nos están diciendo que tenemos que ser excelentes, salirnos de la zona de confort, que tenemos que buscar nuestro potencial y un montón de vainas que nos llenan de presión y ansiedad”.
¿En su caso personal, dónde siente que no encaja?
“Mucha gente que me ha visto en otros proyectos se ha dado cuenta que me cuesta decir mentiras, llevar la cuerda, pertenecer a cosas con las que no estoy de acuerdo, y ese ha sido mi gran valor como persona desde chiquita, porque en mi casa me enseñaron a ser yo y ese es mi gran capital y eso cuesta mucho en una sociedad tan conservadora como la colombiana y con este acento peor, porque todo el mundo cree que uno está emputado, en cambio ustedes los paisas con ese hablado lo insultan a uno y uno termina por darles las gracias (risas)”.
¿Qué tan diferente es un espectáculo para teatro y uno de estos para TV?
“Lo que cambia es la forma en la que los otros te ven, porque uno está teniendo la misma experiencia, esta vez lo grabamos en Theatron que es una de las discotecas gay más grandes de Latinoamérica, un lugar increíble, un escenario muy bonito y el público fue tan chévere que uno se olvida que hay cámaras”.
¿Las plataformas le dieron un nuevo impulso al Stan Up Comedy en Colombia?
“Colombia tiene una escena de Stand Up muy diferente a otros países de Latinoamérica, nosotros somos muy de teatro, hemos crecido mucho en los últimos años, estamos casi todo el año en teatros llenos, gracias a Dios, lo que dan las plataformas es esa apertura al mundo, para que las personas que no pueden ir a teatro y nos siguen en redes sociales o están en otros países, tengan esa posibilidad de ver los espectáculos”.
¿Qué tan universal es el humor que usted hace, lo modifica para llegar a otros países?
“Intento cada vez que voy a otros países hacer una investigación, no tanto para cambiar mis rutinas, sino para incluir cosas que los haga sentir cómodos. Siento que la manera en la que Ricardo (Quevedo) y yo hacemos Stand Up, muy positivo, permite que sea seamos muy transversales, al igual que nuestro lenguaje. Mi cucuteñidad no límite, sino que suma y nutre”.
¿Le gusta reírse de sí misma?
“Me divierto más riéndome de mí, porque así le ayudó a sanar a otros y a sentirse representados en sus propias miserias y en las cosas chistosas que le pasan, verle el lado divertido a la tragedia”.
¿Qué se siente exponer su vida pública en redes sociales?
“Es una cosa muy rara, soy una diva de escasos recursos. Mis redes no las manejo con ninguna estrategia, si lo hiciera así tendría mucha plata, pero no se me da porque pueden pasar semanas sin publicar simplemente porque no me ha pasado nada. Con el manejo de la privacidad de mi familia soy muy cautelosa”.
¿En qué sitios se siente incómoda?
“Donde soy la rara por no llevar la cuerda, por pensar que algo está mal, eso me hace sentir rara y fuera de lugar, aunque sé que es lo correcto”.