Van der Poel logró lo que nadie se esperaba y le propinó a Pogacar su primera derrota del año.
El ciclismo es un deporte en el que la estrategia, la fuerza y la inteligencia juegan un papel crucial. Y si algo demostró Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck) en la Milán-San Remo, es que la paciencia y el momento adecuado pueden convertir a un desafiante en un campeón. Contra todo pronóstico, el neerlandés superó en los metros finales a Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), el gran favorito, y se quedó con la victoria.
Como era de esperarse, Pogacar lanzó su ofensiva a falta de 25 kilómetros para la meta. Con el sello característico de sus ataques demoledores, el esloveno apretó el ritmo, dejando claro que su objetivo era llevarse otro título a casa. Sin embargo, no todos se quedaron rezagados ante su embestida. Dos corredores lograron responder a la aceleración: Filippo Ganna (Ineos Grenadiers) y Mathieu Van der Poel, quienes se convirtieron en los únicos con la capacidad de hacerle frente al portador de la camiseta arcoiris.
El esfuerzo comenzó a hacer mella en Ganna, quien por momentos perdió la rueda de los dos escapados. Pero el italiano no se dio por vencido y, con un descenso arriesgado y preciso, logró reconectar a falta de 700 metros para el final. Fue en ese instante cuando Van der Poel decidió que era el momento perfecto para jugar su carta maestra. Con un arranque explosivo e imparable, se lanzó hacia adelante, dejando sin capacidad de respuesta a sus rivales. Pogacar y Ganna se vieron incapaces de cerrar la diferencia y el neerlandés cruzó la meta en solitario, llevándose las manos al rostro en un gesto de asombro e incredulidad.
Y es que nadie se lo esperaba. Pogacar llegaba con un rendimiento impecable: había ganado el UAE Tour y la Strade Bianche, mostrando una forma arrolladora. De hecho, su última derrota databa de septiembre del año pasado en el Grand Prix de Québec, donde finalizó en la séptima posición. Desde entonces, había sumado victorias consecutivas, incluyendo el título mundial de ruta que le permitió lucir la codiciada camiseta arcoiris.
La derrota del esloveno es un mensaje claro para sus rivales: es vulnerable y se le puede vencer. Van der Poel, con su actuación, demostó que Pogacar no tendrá una temporada sencilla y que el resto del pelotón está dispuesto a pelear por cada triunfo. Ahora, el esloveno buscará revancha en la E3 Saxo Classic, que se disputará en Bélgica la próxima semana, donde tendrá una nueva oportunidad para imponer su jerarquía.
En la Milán-San Remo no hubo colombianos, ya que ningún ciclista del país fue convocado.
La Milán-San Remo no contó con presencia colombiana, ya que ninguno fue convocado, dado que este tipo de clásicas favorecen a especialistas en carreras de un día y no a escaladores puros. Esta competencia es uno de los cinco monumentos del ciclismo, junto al Tour de Flandes, la París-Roubaix, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía. Esteban Chaves es el único colombiano en ganar un monumento, logrando el Giro de Lombardía en 2016, donde Rigoberto Urán fue tercero. Desde entonces, las actuaciones destacadas de ciclistas colombianos han sido escasas, con Santiago Buitrago como el último en subir al podio en la Lieja-Bastoña-Lieja 2023.
