Hace dos semanas Serena Williams, la jugadora más laureada del tenis mundial anunció su retiro, bastante emocionada, la menor de las hermanas Williams afirmó que, aunque ama jugar tenis, está en un momento de su vida en el que su hija Olimpia la reclama todo el tiempo y eso la ha tocado bastante.
Con esas palabras, Serena se despidió del US Open, en un marco mágico para ella: con su hija, su familia y los aficionados ovacionándola.
En una entrevista dada a Times, a principios de septiembre, Serena comentó que su primogénita pidió un deseo, ser la hermana mayor. Olimpia quiere un hermano y Williams, de 40 años de edad, espera hacérselo realidad.
La menor de las hermanas Williams, que ganó 23 Grand Slam en individual, 14 en dobles y dos en mixtos, lo decidió, dejó su carrera deportiva para dedicarse a su otro gran rol, el de mamá.
Pero Serena no es la única atleta de alto rendimiento que está pensando procrear, actualmente hay un 'boom' de embarazadas o mamás primerizas.
En el listado, aparecen las también tenistas Angelique Kerber, Elina Svitolina y Victoria Azarenka, así como las ya retiradas Maria Sharapova, Caroline Wozniacki, Andrea Petkovic y Anna Ivanovic.
Ellas, junto a la golfista Brittany Lincicome y las futbolistas Daniela Henao, Alex Morgan y Sydney Leroux, son algunas de las que están estrenándose o repitiendo como mamás.
Un tema hormonal
En disciplinas profesionales como el tenis o el golf, las deportistas que deciden ser madres cuentan con algunas licencias en las que no pierden su posición en el ranking mientras están por fuera de competencia.
Eso fue lo que le pasó a la colombiana María José Uribe, quien durante la pandemia tuvo a su hijo y tras un gran esfuerzo físico para recuperar la forma deportiva, pudo representar a Colombia en los Olímpicos de Tokio.
“Afortunadamente el circuito Lpga tiene un sistema de guardería-colegio y las madres podemos viajar con los hijos a varios torneos para no separarnos tanto de ellos”, comentó Uribe.
El técnico Iván Vargas, quien ha vivido todo el proceso con la patinadora Fabriana Arias, sostiene que, aunque para un atleta de alto rendimiento los tiempos fuera de las concentraciones y entrenamientos son mínimos, en el caso de la deportista, el aliciente de tener a su hijo ha sido fundamental.
“Fabriana siempre ha sido destacada, sobresaliente, pero ahora veo una atleta más feliz, con muchas ganas de ser campeona mundial, de tener mayores logros para dedicárselos a su hijo. Definitivamente las atletas que son madres si tienen ese plus, ese aliciente, esa fuerza interna que las impulsa a ser mejores y dar más siempre”.
Mónica Sarai Arango, la sicóloga y deportista de nado sincronizado, sostiene que en términos biológicos las mujeres son muy hormonales y por ello, durante el embarazo y sobre todo en el parto, se libera mucha oxitocina que genera un impacto fuerte en el rendimiento porque les produce un alto desempeño deportivo por temas de fuerza, potencia, energía y motivación.
“En natación artística, por ejemplo, las mujeres cuando están en el proceso de lactancia empiezan a tener una modificación corporal grande y favorable porque pierden peso, la musculatura se marca más y hay disminución de grasa, algo que favorece bastante para tener mejores resultados”.
Mónica manifestó que, además a nivel sicológico las mujeres se sienten más fuertes para afrontar nuevos retos, una capacidad de adaptación más amplia, aprenden a administrar mejor el tiempo, se vuelven más estratégicas, más sensibles y con mayor empatía, esos factores hacen que el rendimiento aumente y también se den mejores resultados