Cuando los actuales dirigentes llegaron al Deportivo Independiente Medellín, en diciembre de 2012, el 80 por ciento del presupuesto lo representaban los ingresos por taquilla y el promedio de asistencia al estadio Atanasio Girardot no pasaba de las 10.000 personas.
Ahora los recursos que llegan por concepto de asistencias apenas representan el 40 por ciento de la operación, pero el club se dio el lujo de imponer una marca al llevar el año pasado un millón de hinchas al estadio gracias a los 32.000 que lo acompañaron en promedio.
¿Cómo hicieron el milagro? La respuesta a este interrogante lo entregó Eduardo Silva Meluk, presidente y uno de los responsables de que el DIM haya revolucionado el mercadeo futbolístico en Colombia. De entrada aseguró que “esto solo es posible si jugás finales y contás con una estrategia agresiva”.
Para aclarar dudas, la cabeza visible del Poderoso explicó que “en una reunión con la Junta Directiva analizaron muchas ideas hasta que nos quedamos con la que bautizamos ‘Todos en Uno’ y fue fundamental para recuperar a nuestra afición y vender 32.000 abonos en cada semestre gracias a que les ofrecimos un plan favorable que, de paso, estimulaba el sentido de pertenencia con el club”.
El “pensar diferente” les sirvió a los administradores del DIM para ofrecer un espectáculo económico, ya que por el precio de una boleta les entregaron las de los 10 partidos de local por semestre y luego les fueron adicionando otras gabelas para mantenerlos cautivos.
Juan Manuel Penagos, uno de sus hinchas, calificó de “excelente la estrategia, porque gracias a ello las familiares volvieron al estadio y el equipo aseguró la taquilla por adelantado para estar al día con los jugadores”.
Ahí hizo una observación Diego Jaramillo, director comercial del plantel. Aclaró que el porcentaje mayor de los ingresos del Medellín ya lo representa la sumatoria de patrocinios, publicidad, explotación de la marca y televisión.
Llenar el estadio casi en todos los partidos le generó otras alternativas al Equipo del Pueblo S.A, razón social con la que aparece desde finales de 2012 con la llegada de los nuevos propietarios.
Esas tienen que ver, según Silva Meluk, con la exposición de la marca, la aparición de otros patrocinadores y el equilibrio económico, aunque todavía hay afugias debido a que cuando llegaron los actuales directivos el déficit era alton.