Alexis Mendoza dijo antes del partido ante Santa Fe que aún tenía la maleta lista porque a pesar del triunfo logrado ante Caldas, a mitad de semana, entendía que si los resultados positivos no llegaban en racha su paso por el DIM tendría un desenlace inesperado. Ayer la directiva roja aceptó la renuncia de Mendoza y puso fin a un corto ciclo de tres meses y 18 días.
El técnico de 57 años agradeció la oportunidad que tuvo de dirigir al cuadro rojo y aclaró que su salida se debe solo a razones deportivas.
“No es cuestión de peleas, el camerino está sano, entre ellos hay bienestar. Pero no pudimos recuperar la parte futbolística colectiva, que nos identificó cuando iniciamos el proceso”, sostuvo el estratega, quien recalcó su decisión como un acto de respeto hacia sus dirigidos a quienes considera capaces de superar el bache competitivo y encaminarse nuevamente hacia los objetivos: clasificar a los ocho y acercarse al título de Copa Águila. En los 12 partidos que dirigió con el cuadro rojo, Mendoza dejó un rendimiento del 47,3 por ciento producto de 5 triunfos, 5 derrotas y dos empates.
El conjunto antioqueño marcha 15 en la Liga con 10 puntos y la próxima semana afrontará la vuelta de los cuartos en Copa Águila ante Caldas, serie que lo favorece tras el 2-3 en la ida.
Refuerzos tardíos
Aunque la directiva del Medellín, en cabeza en ese momento del presidente Michael Gil, le había planteado a Mendoza al menos seis refuerzos con buena trayectoria y actualidad, las semanas fueron pasando y las negociaciones se complicaron al punto de que a comienzo de julio el barranquillero expresó su preocupación porque el equipo que pretendía no tomaba forma, más allá de las llegadas de Adrián Arregui y Andrés Cadavid.
Finalmente ninguno de los jugadores planteados inicialmente llegaron al equipo (Jarlan Barrera, Yohandry Orozco, Carlos Darwin Quintero, entre otros). Con el torneo en marcha, Mendoza completó el equipo, aunque con jugadores que no estaban contemplados inicialmente.
Este hecho pudo haber incidido en la inestabilidad que mostró el equipo en el curso de la competencia.
Y como en el fútbol aplica fielmente el refrán de que “a rey muerto, rey puesto” la hinchada roja no perdió tiempo para señalar a sus candidatos, entre los que destacan Leonel Álvarez, Amaranto Perea y Hernán Darío Gómez.
Independiente del nombre que llegue a ocupar el cargo, con la salida de Alexis queda claro que en el DIM no se admiten procesos sino resultados inmediatos. Contando los últimos 5 técnicos, desde Luis Zubeldía en 2017 a Mendoza, el promedio de tiempo que duró cada uno en el cargo supera a duras penas los 6 meses.
Por lo pronto, el plantel rojo preparará el clásico y el domingo ante Nacional seguramente estará en el banquillo poderoso un entrendor de las inferiores.
