A medida que se acercan los cruciales enfrentamientos de la Selección Colombia en la doble fecha eliminatoria rumbo al Mundial 2026, el técnico Néstor Lorenzo se enfrenta a una serie de desafíos que podrían definir el rumbo del equipo en su camino hacia la clasificación. Con compromisos programados contra Perú el 6 de septiembre y Argentina el 10 de septiembre, el entrenador argentino tiene ante sí un panorama complicado que requiere decisiones estratégicas, audaces y calculadas.
Uno de los principales problemas que debe enfrentar Lorenzo es la preocupante lista de jugadores lesionados, que incluye a figuras clave como Rafael Santos Borré, Dávinson Sánchez, David Ospina, Yerry Mina y Jhon Lucumí. Estas ausencias no solo debilitan la estructura del equipo, sino que obligan al técnico a reconsiderar sus opciones en posiciones críticas. La defensa, en particular, es un área de preocupación, ya que tanto Mina como Lucumí han sido pilares en la zaga colombiana.
La situación de Yerry Mina es especialmente delicada, no solo por su lesión, sino también por los rumores que apuntan a una ruptura en su relación con Lorenzo. Se especula que Mina no tomó bien ser relegado al banquillo durante la pasada Copa América, lo que ha generado tensiones entre el jugador y el cuerpo técnico. Si estos rumores son ciertos, Lorenzo no solo deberá lidiar con la ausencia del defensor, sino también con la posible necesidad de manejar un vestuario que podría verse afectado por esta situación.
Otra complicación para Lorenzo es la incertidumbre en torno a James Rodríguez, uno de los jugadores más emblemáticos de la selección. James, quien ha estado sin equipo desde la Copa América, aún no define su futuro y, por ende, no ha tenido competencia en los últimos meses. Esta falta de actividad podría ser un factor determinante a la hora de decidir si incluirlo en la convocatoria o dar prioridad a otros jugadores que llegan en mejor forma.
A esto se suma la dificultad de no poder contar con el Estadio Metropolitano de Barranquilla completamente lleno para el duelo ante Argentina, debido a la sanción impuesta por los desmanes ocurridos en la final de la Copa América. La falta de apoyo total de la hinchada colombiana, que siempre ha sido un factor crucial en los partidos en casa, podría influir en el rendimiento del equipo en uno de los partidos más difíciles de la Eliminatoria.
En términos tácticos, Lorenzo tiene la tarea de definir quién acompañará a Carlos Cuesta en la defensa central. Con Mina y Lucumí fuera de la ecuación, el técnico debe encontrar una pareja que pueda ofrecer solidez y confianza en la retaguardia. Este es un aspecto fundamental, ya que enfrentarán a delanteros de talla mundial como los peruanos y los argentinos, que cuentan con figuras de la categoría de Lionel Messi.
Además, Lorenzo enfrenta un dilema en el medio campo: decidir si James, con su indudable talento pero falta de ritmo competitivo, debe ser titular por encima de Juan Fernando Quintero, quien ha mostrado un nivel excepcional en Racing. Quintero ha sido un motor creativo en el equipo argentino, y muchos consideran que su rendimiento actual lo coloca por delante de James en la lucha por un puesto en el once inicial.
La presión sobre Lorenzo es inmensa. Tras la destacada actuación de Colombia en la Copa América, donde alcanzaron instancias decisivas, las expectativas son altísimas. Los aficionados y expertos esperan que el equipo mantenga ese nivel de juego y asegure puntos vitales en estos dos encuentros, especialmente considerando la fortaleza de los rivales.
A pocos días de que se anuncie la lista definitiva de convocados para enfrentar a Perú y Argentina, Néstor Lorenzo ya tiene varias tareas pendientes. Manejar las lesiones, tomar decisiones tácticas clave, y mantener la cohesión del grupo serán fundamentales para superar esta difícil etapa de la Eliminatoria. La capacidad del técnico para sortear estos desafíos será puesta a prueba en el campo, donde cada punto cuenta en la carrera hacia el sueño mundialista.