El Alcalde Federico Gutiérrez dio a conocer las sanciones de la Alcaldía al club y a sus aficionados y tambuén sacaron un aviso de se busca para los responsables de los bochornosos hechos de violencia en el Atanasio
El ambiente en torno a Atlético Nacional, uno de los clubes más grandes del fútbol colombiano, se ha vuelto tenso tras los últimos incidentes relacionados con la violencia en los estadios. Mientras se espera la decisión del Comité Disciplinario de la Dimayor el próximo martes, la Alcaldía de Medellín ha tomado medidas inmediatas y contundentes para controlar la situación, imponiendo sanciones que impactan directamente al club y a su hinchada.
La sanción más severa que ya se ha confirmado es que Atlético Nacional deberá jugar sus próximos dos partidos como local a puerta cerrada, privando a miles de aficionados de la posibilidad de alentar a su equipo en el estadio. Esta medida representa un duro golpe no solo para el club desde el punto de vista económico, sino también para los hinchas, quienes verán mermada su capacidad de apoyo en momentos claves de la temporada.
Además de esto, la tribuna norte del estadio Atanasio Girardot permanecerá cerrada durante cuatro partidos. Este cierre es una respuesta directa a los incidentes violentos que se han registrado en esa zona del estadio, y busca enviar un mensaje claro de que no se tolerarán comportamientos que pongan en riesgo la seguridad de los aficionados.
La Alcaldía también ha decidido implementar medidas adicionales para prevenir nuevos brotes de violencia. A partir de ahora, se ha impuesto el cierre de fronteras para los hinchas visitantes, lo que significa que los aficionados de otros equipos no podrán acompañar a sus clubes cuando jueguen en la capital antioqueña.
Otra de las decisiones más simbólicas ha sido la prohibición del uso de “trapos” o banderas en los estadios durante lo que resta del año y para todo el 2025. Este elemento, que es una parte esencial de la identidad de las barras bravas, ha sido señalado en varias ocasiones como un factor que incita la rivalidad violenta entre las hinchadas. Aunque esta medida puede parecer menor a simple vista, representa un golpe profundo para la cultura barrista, que ve en los trapos un símbolo de su pasión y pertenencia.
El alcalde Federico Gutiérrez ha sido claro al expresar la posición del gobierno local frente a estos sucesos. “Los responsables deben ser judicializados de acuerdo a lo que muestran las imágenes de las cámaras del estadio, de los medios de comunicación y de las redes sociales que sirven como prueba de delitos que dan cárcel entre los 4 y 8 años como intimidación y amenaza con armas blancas. Deben ir a la cárcel esas personas por tentativa de homicidio’.
“Es absurdo que algo que debía ser para el sano esparcimiento y divertirse en familia, hayan criminales y delincuentes que se esconden detrás de ser supuestamente hinchas para agredir a otros”, agregó el mandatario.
Las sanciones impuestas dejan un escenario incierto para Atlético Nacional y su hinchada. Aunque el club no es ajeno a sanciones de este tipo, la severidad de las actuales restricciones marca un punto de inflexión en la relación entre los aficionados y el fútbol en Medellín. Si bien algunos sectores de la afición han expresado su descontento con las medidas, otros reconocen que es necesario un cambio cultural para garantizar la seguridad en los estadios.
