Tras la polémica acción en el juego entre Huila-La Equidad, la Dimayor deberá tomar medidas para que estas acciones no se repitan.
Desde hace varios años el recogebolas dejó de ser un agente externo al juego y se convirtió en parte de la táctica del equipo local, hasta el punto que, en algunos casos, recibe instrucciones del cuerpo técnico.
En la historia del fútbol colombiano se recuerda varias acciones en las que el alcanzapelotas cumplió un papel protagónico hasta el punto de influir directamente en el resultado de un partido.
Este lunes, en el estadio Guillermo Plazas Alcid de Neiva, durante el juego entre Atlético Huila y La Equidad (1-1), por la fecha 15 de la Liga BetPlay-2, se presentó una infortunada acción en la que el recogebolas interrumpió una jugada de peligro para el cuadro visitante.
Transcurría el minuto 90+3 del compromiso y La Equidad aprovechó un mal saque del portero del equipo opita, Luis Erney Vásquez, para realizar un contragolpe con el volante ofensivo Johan Rojas, quien ingresó al área por el sector derecho y estaba casi mano a mano con el guardameta. A su vez tenía opción de pase para otros tres compañeros.
Cuando se disponía a rematar, el recogebolas que estaba en el arco sur lanzó un balón al terreno y obligó al árbitro, John Alexánder Hinestroza, a parar el juego. La situación generó malestar en los integrantes de La Equidad, quienes reclamaron de forma airada al juez, que nada pudo hacer. La acción ha sido severamente criticada y le da la vuelta al mundo. “Es una grosería lo que hicieron. Nos toca jugar contra todas estas cosas, el penalti y ahora esto”, señaló Rojas a Win Sports tras la finalización del partido.
Ambos equipos llegaron necesitados del triunfo. Los opitas para mantener la esperanza de conservar la categoría (ocupan la casilla 20 con un promedio de 1,00), mientras que los aseguradores aspiraban a la victoria para mantenerse vivos en el campeonato (16º, con 16 puntos).
Punto de vista arbitral
José Borda, exárbitro y analista, señaló que “el árbitro hizo lo que le indican las leyes del fútbol para solucionar ese tipo de jugadas. Paró el partido, expulsó al recogebolas y reanudó el juego dándole el balón a tierra al portero Vásquez, del Huila. Así está estipulado”.
Aunque aseguró que la norma es injusta porque le quita una ocasión manifiesta de gol a La Equidad, fue enfático en decir que este tipo de jugadas servirán para que la norma cambie en el futuro.
Borda añadió que para evitar que en un futuro estos comportamientos, la comisión de penas y castigos de la Dimayor deberá “sancionar de manera ejemplar esa acción para que no se repita en ningún estadio, además de capacitar a los recogebolas en la importancia del su proceder en el partido y, por ende, en el juego limpio”.
Pese a que en un encuentro disputado el 30 de octubre de 1980, entre Tolima y Nacional, en Ibagué, se presentó una jugada similar y el ente rector del fútbol colombiano decidió otorgarle los puntos al verde paisa, Borda dijo que eso ya no es factible porque no está contemplado en el reglamento.
¿Quién es el recogebolas?
Según el medio el Vbar Caracol, el muchacho fue identificado como Luis Amaya, de 20 años. Integra las fuerzas básicas del Huila y es reconocido por ser uno de los mejores futbolistas de su categoría. En estos momentos se estudia por parte de las directivas del cuadro huilense su salida del equipo por ir en contra de las normas de la institución.
Otros casos
En la reciente final de Liga, entre Millonarios y Nacional, en el partido de vuelta, también se presentó una acción carente de juego limpio. Cuando se realizaba la tanda de penales tras el empate (1-1) en los 90 minutos, uno de los recogebolas ubicados en el arco sur se llevó la toalla en la que Kevin Mier, guardameta de Nacional, tenía las indicaciones de cómo pateaban los jugadores rivales.
Incluso, esa acción fue celebrada por la afición y el plantel embajador, poniendo en tela de juicio el tipo de educación recibida por los jóvenes en su proceso de formación en los equipos.
Nelson Reyes, quien trabaja en la divisiones menores del Junior de Barranquilla, señaló para el Diario Vanguardia que esta “es una muestra de la doble moral que se vive en el país; un recogebolas es un chico de las divisiones menores, en la semana se le habla de valores y en el partido que haga trampa”.
