A pesar de enfrentarse a figuras de la talla de Cristiano Ronaldo, Joao Félix y Pedro Neto, Georgia no se dejó intimidar y llegó al Arena AufSchalke con el sueño de dar el golpe. Una mala salida de Portugal en los primeros minutos permitió a Khvicha Kvaratskhelia abrir el marcador, provocando el delirio de sus fanáticos.
El ídolo del Napoli sorprendió a Diogo Costa con un violento remate, marcando la primera diferencia cuando el cronómetro de Sandro Schärer aún no había llegado a los 2 minutos. Este gol prematuro estableció el tono del partido y mostró que Georgia estaba lista para luchar.
El combinado liderado por Roberto Martínez intentó reaccionar con remates de media distancia de CR7, Joao Félix y Diogo Dalot, pero los dirigidos por Willy Sagnol mantuvieron su resistencia. En el complemento, Georgia extendió su ventaja a través de un perfecto penal ejecutado por Georges Mikautadze. La intervención del VAR fue determinante para que Sandro Schärer revisara una infracción de António Silva sobre Luka Lochoshvili dentro del área, lo que derivó en la pena máxima.
El equipo georgiano nunca dudó de su potencial y consiguió una hazaña épica al vencer 2-0 a Portugal, garantizando su avance a la instancia de los 16 mejores. Este triunfo no solo es un hito para Georgia, sino que también envía un mensaje claro a sus futuros rivales: están aquí para competir al más alto nivel.
Con la satisfacción de haber dado el golpe y avanzar a octavos, el próximo desafío de Georgia se focalizará en España, otra potencia con aspiraciones a ganar el trofeo. España representa un reto formidable, pero el desempeño de Georgia hasta ahora ha demostrado que están preparados para enfrentar cualquier adversidad.
Por su parte, Portugal buscará revertir la pálida imagen que dejó con su equipo alternativo cuando enfrente a Eslovenia. A pesar de ser un rival que aparenta ser accesible, Portugal deberá mejorar significativamente para evitar otra sorpresa y continuar en la competición.
El espectáculo de la Eurocopa 2024 continúa, y Georgia ha demostrado que en el fútbol, los sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo, determinación y una pizca de magia.