Hay dos frases que encajan a la perfección en la vida de Daniel Muñoz: “Siempre se puede volver a las raíces” y “el tiempo es inventor de novedades y descubridor de verdades”.
Entre esas verdades, este hombre, convertido a sus 28 años de edad en uno de los mejores laterales del mundo, es claro ejemplo de que los sueños, por complicados que parezcan, se pueden cumplir.
“Venir a verte es amarte”. Así escribió Daniel este lunes en la madrugada, al subir cinco fotos en su cuenta de Instagram, en las que se ve sonriente, acompañado de David Ospina en la tribuna sur de Atanasio, y alentando el domingo al equipo con el que ganó reconocimiento, Atlético Nacional.
Horas después, con poco tiempo de descanso, al popular Chitiva, en pleno discurso y ante una multitud que lo aclamaba, le fue difícil, producto de la emoción, hilar palabras. Su voz se entrecortó y de inmediato se llevó la mano al corazón al sentir el cariño, admiración y respeto del pueblo en el que nació hace 28 años: Amalfi, al que regresó convertido en un referente nacional. Y no llegó solo, lo hizo en compañía de otra estrella del balompié, el guajiro Luis Díaz.
Cálida bienvenida
Cuando el helicóptero que traía a Daniel y a Lucho desde Medellín a este municipio del Nordeste de Antioquia apareció en lo alto de las montañas, la algarabía se apoderó de la Unidad Deportiva Gonzalo Trujillo Vásquez, donde alrededor de 10 mil personas, sin importar el inclemente sol, le rindieron homenaje al único futbolista profesional que ha nacido allí. En ese instante, los niños, a quienes les dieron permiso en sus colegios para salir antes de tiempo para conocer a estos ídolos, además de jóvenes y adultos de esa y otras poblaciones aledañas, empezaron a gritar de la emoción.
Y no era para menos, pues en la aeronave estaban a punto de aterrizar dos referentes de la Selección que acaba de salir subcampeona de la Copa América en Estados Unidos.
En la Tierra del Tigre, pueblo minero y golpeado por la violencia (31 muertos en los últimos seis meses), Daniel recibió un reconocimiento por su contribución social a través del fútbol y, de paso, jugó un partido amistoso (único vistiendo la camisa de Nacional) al lado de sus amigos, entre ellos Néider Morantes, Samuel Vanegas, Camilo Giraldo, Neimar Ríos (papá de Richard Ríos), contra Felinos, elenco de Amalfi.
Elogios para Chivita
“Pensábamos que cuando Daniel debutó como profesional no lo íbamos a volver a ver, y más cuando se fue a jugar en el exterior, pero jamás ha pasado eso. Siente mucho amor por el pueblo, por su gente. Está pendiente de su club, el cual cuenta con cerca de 350 niños, en realidad es un ejemplo a seguir”, comentó Jim Davis Escobar, coordinador de la Corporación Deportiva Los Felinos.
“Quiero ser como él, llegar más lejos”, prosiguió el niño Edward Andrés Avendaño Zapata.
Carlos Muñoz, tío de Daniel, también mostró su complacencia por la visita de su sobrino. “Se siente mucho orgullo saber hasta donde ha llegado. Es un gran jugador, pero también un excelente hijo y familiar. Saber que puede ayudar a que los niños de acá salgan adelante genera mayor mucha satisfacción, pues en realidad aquí contamos con mucho talento”.
En medio de la calle de honor que les hicieron a los jugadores de la Selección camino a la cancha, ambos, con amabilidad, accedieron a los deseos de sus seguidores: fotos, autógrafos y saludos.
“Siempre lo he dicho, me siento honrado de poder estar acá, de compartir con la gente de mi tierra, volver a mis raíces, con los niños que sueñan con ser como Lucho y como yo”, expresó Muñoz, quien de pequeño se fue a vivir al municipio de Bello, donde pulió su talento.
“Lo más satisfactorio para mí es ser un ejemplo para los niños, para los jóvenes, por eso mi invitación es que sueñen en grande sin importar lo que se presente en el camino, pues las oportunidades siempre están ahí”, sostuvo Daniel.
Díaz, por su parte, exhibió su alegría por la invitación: “Niños, luchen por sus sueños, Daniel y yo somos ejemplo de que con trabajo y disciplina estos se pueden lograr. Lo que hace Muñoz los tiene que llenar de orgullo”. Tras la jornada deportiva en Amalfi, los cientos de personas que asistieron a la cita escoltaron, en caravana, hasta ver partir a los jugadores que les regalaron una mañana de júbilo. “Acá voy a estar siempre para apoyarlos, para que sueñen en grande, para que no sea uno sino muchos deportistas, en diferentes disciplinas, los que podamos sobresalir en el alto rendimiento”, se despidió Muñoz.
Lucho fue una gran figura
En el partido amistoso entre los Amigos de Daniel Muñoz y Felinos de Amalfi, Luis Díaz fue la sensación. En el elenco de Chitiva, que ganó 6-4, el guajiro, quien representa al Liverpool de Inglaterra, marcó la diferencia al anotar tres goles. Otros dos tantos del cuadro vencedor los convirtió Muñoz y el restante el papá de Richard Ríos, Neimar Ríos. Díaz, al ser indagado sobre si se quedará o saldrá del Liverpool, respondió, con amabilidad, que no es el momento de hablar del tema, pero que siempre, cuando va a tomar una decisión, cita con anterioridad a los medios para dar sus opiniones.