Aunque muchos catalogan como “equipo chico”, guarda una historia tan rica como tumultuosa.
Atlético Nacional se mide ante un rival que, aunque muchos catalogan como “equipo chico”, guarda una historia tan rica como tumultuosa. El Bahía, representante de Salvador de Bahía, tiene el respaldo del City Group decidido a convertirlo en protagonista de América. Su presente en la Copa Libertadores es prueba de ello: igualó con Internacional en su debut y logró una importante victoria en Montevideo frente al Nacional de Uruguay.
Fundado el 1 de enero de 1931, Bahía lleva sobre sus hombros el peso de la tradición y el fervor del norte brasileño. Su historia está marcada por una paradoja constante: momentos de gloria absoluta seguidos de profundos abismos. Fue el primer campeón de la Taça Brasil, al vencer nada menos que al Santos de Pelé en 1959. Aquel título no solo le dio fama nacional, sino que lo convirtió en el primer club brasileño en disputar la naciente Copa Libertadores de América, en 1960.
La segunda estrella del “Tricolor de Aço” llegaría en 1988, cuando superó al Internacional de Porto Alegre en una emocionante final del Campeonato Brasileño. Un año después, llegaba a cuartos de final de la Libertadores, su mejor actuación continental en décadas. Pero pronto vendría el ocaso.
La inestabilidad administrativa fue el mayor enemigo del Bahía. En 1997 cayó a la segunda división, y aunque volvió brevemente a la élite gracias a la Copa João Havelange del 2000, la fragilidad institucional lo arrastró nuevamente hacia la oscuridad. En 2003 descendió otra vez, luego de un campeonato para el olvido y una goleada humillante 7-0 ante Cruzeiro en Fonte Nova. La herida se profundizó en 2005, cuando junto a su archirrival Vitória, descendió a la tercera división.
Sin embargo, ni siquiera el derrumbe parcial del mítico estadio Fonte Nova en 2007 —tragedia que costó la vida de siete personas— detuvo el empuje de una hinchada fiel. Aquel año, Bahía retornó a la Serie B y lo hizo con la mayor asistencia promedio del fútbol brasileño en todas sus categorías. La ciudad de Salvador volvía a latir al ritmo del Tricolor.
En lo deportivo, Bahía tuvo un resurgir parcial. Clasificó a las copas sudamericanas 2013 y 2014 y alcanzó los cuartos de final en 2018 y 2020. Pero fue en noviembre de 2022 cuando su historia tomó un nuevo giro: bajo la dirección técnica de Eduardo Barroca, regresó a la Serie A, y un mes después, los socios aprobaron una decisión trascendental: vender el 90% de su Sociedad Anónima de Fútbol al City Group.
El acuerdo, oficializado en mayo de 2023, convirtió al Bahía en parte de un conglomerado global que ya gestiona clubes como Manchester City, Girona y Montevideo City Torque. Con la llegada del director general Raúl Aguirre, una inyección de recursos sin precedentes y la contratación de Rogéiro Ceni como técnico, comenzó una nueva era. La inversión incluyó un patrocinio récord con Esportes da Sorte, por 10 millones de dólares en tres años, el más alto en la historia del club.
Fruto de este impulso estructural y financiero, Bahía cerró el Brasileirão 2024 en la octava posición, clasificándose así a la fase previa de la Copa Libertadores, regresando al torneo más prestigioso del continente después de 35 años.
