Este deporte nacional vivió su segunda edición en el torneo infantil, dejando un mensaje de camaradería y respeto entre colegas.
El coliseo de balonmano de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot fue testigo de la segunda edición del Babytejo en el Festival de Festivales, en el que se juntaron los sueños de 78 niños participantes.
La concentración debía estar al máximo, la mirada puesta en el objetivo y el balanceo corporal para lanzar con precisión una especie de piedra metálica que debe hacer explotar una papeleta ubicada en una caja de arcilla.
Así es el tejo, deporte autóctono colombiano, que comenzó a practicarse hace más de 500 años por habitantes del altiplano cundiboyacense.
Alba Rocío Echavarría, coordinadora de eventos de la Liga Antioqueña de Tejo, valoró la camaradería que vivieron los pequeños durante la competencia y en un deporte que les aporta a los niños, como indicó, “conocimiento, habilidades de precisión, concentración, y valores como el respeto y la disciplina”, derrumbando prejuicios encasillados en una actividad vista como si fuera para vagos o borrachos.
“En el tejo recreativo, grupos de amigos se reúnen para jugar y se toman sus cervezas, pero en el tejo competitivo no se puede ingerir ni una gota de alcohol”, aseguró Rafael Montoya, entrenador del equipo del municipio de Dabeiba. A la mayoría de competidores, en medio del esfuerzo que hacían para dar en el blanco, se les veía tomando agua.
“La clave aquí está en mantener la tranquilidad y creer en uno mismo”, dijo Valeria Tuberquia, campeona nacional en 2023, que junto a otros pequeños de entre 7 y 14 años de edad, engalanaron los rectángulos de competencia, que tienen ocho metros de longitud y que se ambientaban con las arengas de familias y entrenadores, y los estallidos de las mechas.
Echavarría y Montoya coinciden en que el tejo sirve como escape para los niños de la “mala vida”, que los educa y prepara como deportistas íntegros y seres humanos valiosos.
El departamento de Cundinamarca, junto a los municipios de El Bagre, Envigado, Medellín, Guarne, Itagüí, La Ceja, Dabeiba y Sabaneta, mostró, gracias a sus exponentes, talento en cada lanzamiento para hacer explotar la papeleta y llenar de satisfacción a sus seguidores, aunque fueron los dos últimos los que se llevaron los honores como campeones por equipos en las ramas masculina y femenina.
