“Vinicius, Vini, entró al campo de juego”, se escucha en la transmisión de televisión. Cualquier desprevenido podría pensar que están viendo un partido del Real Madrid. Pero no, es un encuentro del fútbol profesional colombiano. Sí: la estrella del Real Madrid tiene un tocayo que juega en nuestro país.
Se podría pensar que este Vinicius es el sosias, como se referencia en la literatura a los hombres iguales a otros, del que juega en España. ¿Por qué? Este también es brasileño y ocupa la posición de extremo. Su pierna hábil, de igual manera, es la derecha.
La mayor virtud también es hacer fantasías con el balón mientras corre y hace varios cambios de ritmo a una velocidad alta. Además, a menudo hace goles “increíbles” que los relatores narran con desenfreno y los comentaristas explican con asombro.
Pero no. Entre Marcus Vinicius Felicio Pereira y Vinicius José Paixao de Oliveira Junior hay varias diferencias. La primera es la edad. El que juega en Colombia desde 2022, cuando firmó con Independiente Santa Fe, tiene 27 años. El del Madrid recién cumplió 24 en julio pasado.
A la edad que hoy tiene la estrella madrileña, el atacante del balompié criollo apenas llevaba un año como futbolista profesional: Marcus Vinicius debutó en la “exótica” liga de Baréin con Busaiteen Club en 2020, año de la pandemia, el otro jugó su primer encuentro profesional a los 17.
Por otro lado, el extremo derecho del DIM, que se convirtió en uno de los refuerzos más importantes para el segundo semestre del 2024, no es moreno y es más alto que su colega del cuadro merengue.
Marcus Vinicius es blanco, tiene el cabello negro y mide 1,88 metros. Entre tanto, Vinicius Junior es uno de los tres futbolistas más caros del mundo (junto a Jude Bellingham y Kylian Mbappé está valorado en 180 millones de euros), es de tez morena y tiene una estatura de 1,76 metros.
Una historia “particular”
En medio de esas diferencias, lo que los une, además del nombre y la nacionalidad, es su calidad. Al “Vini” español dejémoslo descansar. Marcus Vinicius, con su juego potente de zancadas largas, ha logrado consolidarse como uno de los jugadores más codiciados de nuestro balompié.
Sin continuidad en Santa Fe, cuadro que compró sus derechos deportivos en una primera oportunidad, se fue a préstamo a Tigres, de la segunda división en Colombia. Ahí brilló. Marcó los goles que quiso: de tiro libre, de cabeza, después de desbordar.
Eso lo llevó de nuevo a Primera. Huila le dio la oportunidad. Mostró su calidad. Empezó a generar interés en los equipos “grandes”. Incluso se dijo que lo quería Atlético Nacional. No llegó. Por el contrario, le salió una oportunidad a nivel internacional.
Se fue al Jeobunk de Corea del Sur. En territorio asiático solo jugó cuatro partidos y dio una asistencia. El DIM, después de ver su calidad, lo “rescató” para Colombia, que parece ser el lugar de sus amores en el fútbol profesional. Vestido de rojo ha jugado pocos partidos, pero ya puso a la hinchada a celebrar. Su anotación fue ante Chicó.
Ahora, bajo la dirección de Alejandro Restrepo, buscará ayudar al Equipo del Pueblo a ganar otro título liguero y, por qué no, uno a nivel continental.
“Vinicius, Vini, entró al campo de juego”, se escucha en la transmisión de televisión. Cualquier desprevenido podría pensar que están viendo un partido del Real Madrid. Pero no, es un encuentro del fútbol profesional colombiano. Sí: la estrella del Real Madrid tiene un tocayo que juega en nuestro país.
Se podría pensar que este Vinicius es el sosias, como se referencia en la literatura a los hombres iguales a otros, del que juega en España. ¿Por qué? Este también es brasileño y ocupa la posición de extremo. Su pierna hábil, de igual manera, es la derecha.
La mayor virtud también es hacer fantasías con el balón mientras corre y hace varios cambios de ritmo a una velocidad alta. Además, a menudo hace goles “increíbles” que los relatores narran con desenfreno y los comentaristas explican con asombro.
Pero no. Entre Marcus Vinicius Felicio Pereira y Vinicius José Paixao de Oliveira Junior hay varias diferencias. La primera es la edad. El que juega en Colombia desde 2022, cuando firmó con Independiente Santa Fe, tiene 27 años. El del Madrid recién cumplió 24 en julio pasado.
A la edad que hoy tiene la estrella madrileña, el atacante del balompié criollo apenas llevaba un año como futbolista profesional: Marcus Vinicius debutó en la “exótica” liga de Baréin con Busaiteen Club en 2020, año de la pandemia, el otro jugó su primer encuentro profesional a los 17.
Por otro lado, el extremo derecho del DIM, que se convirtió en uno de los refuerzos más importantes para el segundo semestre del 2024, no es moreno y es más alto que su colega del cuadro merengue.
Marcus Vinicius es blanco, tiene el cabello negro y mide 1,88 metros. Entre tanto, Vinicius Junior es uno de los tres futbolistas más caros del mundo (junto a Jude Bellingham y Kylian Mbappé está valorado en 180 millones de euros), es de tez morena y tiene una estatura de 1,76 metros.
Una historia “particular”
En medio de esas diferencias, lo que los une, además del nombre y la nacionalidad, es su calidad. Al “Vini” español dejémoslo descansar. Marcus Vinicius, con su juego potente de zancadas largas, ha logrado consolidarse como uno de los jugadores más codiciados de nuestro balompié.
Sin continuidad en Santa Fe, cuadro que compró sus derechos deportivos en una primera oportunidad, se fue a préstamo a Tigres, de la segunda división en Colombia. Ahí brilló. Marcó los goles que quiso: de tiro libre, de cabeza, después de desbordar.
Eso lo llevó de nuevo a Primera. Huila le dio la oportunidad. Mostró su calidad. Empezó a generar interés en los equipos “grandes”. Incluso se dijo que lo quería Atlético Nacional. No llegó. Por el contrario, le salió una oportunidad a nivel internacional.
Se fue al Jeobunk de Corea del Sur. En territorio asiático solo jugó cuatro partidos y dio una asistencia. El DIM, después de ver su calidad, lo “rescató” para Colombia, que parece ser el lugar de sus amores en el fútbol profesional. Vestido de rojo ha jugado pocos partidos, pero ya puso a la hinchada a celebrar. Su anotación fue ante Chicó.
Ahora, bajo la dirección de Alejandro Restrepo, buscará ayudar al Equipo del Pueblo a ganar otro título liguero y, por qué no, uno a nivel continental.
Lo que sigue en el camino del Poderoso
Tras lograr la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, luego de ocho años sin avanzar a esa instancia en un torneo internacional, el DIM piensa de nuevo en el torneo local. Este lunes el conjunto antioqueño se medirá contra Fortaleza, sorpresivo líder del rentado, en el estadio Olaya Herrera de la capital del país. El encuentro, válido por la séptima fecha del torneo Clausura, está programado para las 8:00 p.m. Los rojos buscan meterse entre los 8 mejores.
Este domingo juegan Águilas Doradas-Millonarios (5:30 p.m.) en Sincelejo y Once Caldas-Jaguares (7:30 p.m.) en Manizales.