Y con “el momento que atraviesa”, Joel se refería a varias cosas:
Primero, a que su último álbum, The Tortured Poets Department, vendió 2,6 millones de copias en su primera semana de publicado, convirtiéndolo en su octavo álbum número uno en Billboard desde 2020.
Segundo, a que en los premios Grammy que se celebraron en febrero, Swift consiguió ganar el Álbum del Año por cuarta vez, “rompiendo un empate con Frank Sinatra, Stevie Wonder y Paul Simon”.
Tercero, a que su sexta gira, The Eras Tour, para diciembre de 2023, fue la más recaudadora de la historia y la primera en recoger más de un billón de dólares, de acuerdo con los reportes estimados de Pollstar.la primera en recaudar más de un billón de dólares, de acuerdo con los reportes estimados de Pollstar.
Y cuarto, pero no menos importante, a que en el 2023, una de cada 78 canciones transmitidas en Estados Unidos fue de Swift, según el servicio de seguimiento de datos Luminate.
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Es decir, el último año de la cantante, ha sido el más exitoso de sus 19 años de carrera.
Así las cosas, sobre la teoría de Joel, The New York Times escribió:
“Puede que sea imposible hacer una comparación exacta, uno a uno, entre la carrera de Swift y la de los Beatles, o Madonna, Michael Jackson, Britney Spears, Bruce Springsteen, Elton John o el ícono de su elección. Además de que la música es personal y subjetiva, la naturaleza del éxito (y cómo se calcula) ha cambiado drásticamente con el tiempo. Gran parte del control que una estrella ejerce sobre el espíritu de la época también es intangible: una vibra en el aire, su influencia se mueve sutil pero innegablemente a través de la cultura”.
Y el periódico anotó que, pese a ello, la ausencia de una comparación verdaderamente científica nunca ha impedido los eternos debates que se dan en la cultura pop, del tipo Harry Potter vs. Marvel, Star Wars vs. Star Trek, o Jordan vs. LeBron.
No obstante, Rick Beato, que es un músico, compositor, ingeniero de audio, productor de discos y personalidad de YouTube, de inmediato reaccionó, especialmente movido por el debate Taylor Swift vs. The Beatles, argumentando que la música que hace 60 años la música se hacía y se escuchaba de manera diferente, por lo que usar la excusa de “los éxitos número uno” para comparar lo que hizo una banda seis décadas atrás, con una cantante contemporánea, es como comparar al Imperio Romano con el Imperio Británico, cuando ambos sucedieron en momentos históricos, tecnológicos y culturales diferentísimos.
“Tengo un poco de historia con Taylor Swift --dice en un primer momento Beato--; no la conozco en absoluto, pero produje tres discos de Needtobreathe, The Heat, en 2007, The Outsiders, en 2009 y Reckoning, en 2011, justo el año en que Swift le pidió a Needtobreathe que abriera 82 fechas de la gira que estaba haciendo en ese momento, Speak Now World Tour. Fui a muchos de los conciertos. Fui detrás del escenario. No la conocí ni nada, pero asistí a varias fechas y vi cómo funcionaba toda la máquina”.
Y de seguido, Beato hizo un repaso rápido sobre la tabla en donde están inscritas las canciones número uno, argumentando que si bien a The Beatles les tomó seis años, desde 1964 a 1970, obtener 20 éxitos número uno (sin contar con que entre 1964 y 1965 tuvieron 11 éxitos número uno), y esos 20 éxitos fueron escritos por tres personas: John Lennon, Paul McCartney y George Harrison; mientras que Taylor Swift tardó 12 años en obtener 12 éxitos número uno, y esos fueron escritos por 12 personas diferentes, entre los que se encuentran Max Martin, Shellback, Jack Hansen, Aaron Dessner, Liz Rose, Fred Phaire, Richard Fairst, Rob Manzoli, Saint Vincent Post Malone y Kendrick Lamar, entre otros, “porque Swift los tomó prestados”, lo cual significa que tener tantos colaboradores le ha permitido hacer giras y entender por qué tantas personas están alimentando sus ideas con ‘sus’ canciones todo el tiempo.
“¿Conoces esta canción: We are never ever getting back together?, de Taylor, Max Martin y Shelby. Si quitas las voces y solo escuchas la pista, te encuentras con solo un loop de guitarra que reproduce en automático lo que ella está tocando, una frase, simplemente lo repiten en Pro Tools, y luego le ponen la letra encima. Eso no pretende restar importancia a la escritura. Es una canción increíblemente bien escrita y Taylor Swift recibe cosas como esta todo el tiempo de los mejores compositores”, dijo Beato.
Y es que así se hacen estas canciones y es importante reconocerlo, pues no es algo exclusivo de Swift: así, más o menos, se hace toda la música pop de hoy en día, con una pista de fondo a la que luego le superponen una línea superior y arreglos más sofisticados.
Ahora, “The Beatles no repitieron ideas. Sus canciones son muy variadas. Es asombroso. Nadie dice: ¿Sabes? Esta canción de The Beatles suena como otra canción de The Beatles, y a ellos mismos se les ocurrieron todas esas ideas. No era algo que les enviaran por correo electrónico. Se sentaron juntos, tocaron en vivo en el estudio, hicieron la ‘sesión de ritmo’, e incluso tocaron sus voces en vivo desde los tejados. No quiero disminuir lo que hace Taylor, pero su universo es completamente diferente al de The Beatles”, concluyó el músico.
Taylor es reina en la época de las métricas de internet y de los conciertos masivos, cosa que el cuarteto de Liverpool no pudo experimentar; la norteamericana puede ser la gran estrella de una época --innovadora porque tuvo el arrojo de pasar del country al pop y luego al indie rock--, pero The Beatles cambiaron la música para siempre.