Este año se cumplen nueve años del programa Soy Músico, de la Orquesta Filarmónica de Medellín que beneficia a personas neurodiversas de la ciudad de Medellín.
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“Soy músico educa sobre neurodiversidad y demuestra que la música sinfónica está al alcance de todos (...) El objetivo de esta experiencia musical va más allá de aprender una partitura, es un proceso que permite a estos jóvenes expresarse a través de la música y conectarse con los instrumentos para encontrar el talento que existe en cada uno de ellos”, se lee en la página web de la orquesta.
Más de 30 jóvenes entre los 14 y 27 años, con diagnósticos como síndrome de down, autismo severo o discapacidad intelectual, se benefician al año con el programa y aprenden al lado de profesionales en Musicoterapia.
En estos nueve años, el programa pasó tener un sólo nivel de formación y estar en funcionamiento seis meses del año a desarrollarse a lo largo de 10 meses y tener tres niveles de formación divididos en dos grupos de base y un grupo de proyección, integrado por los jóvenes con una formación musical más avanzada, a quienes no sólo se les asigna una mayor carga semanal, sino que se presentan anualmente con la Orquesta Filarmónica de Medellín. Algunos integrantes de este grupo también son monitores en los talleres abiertos y reciben compensación económica por ello.
Además, el programa ha crecido en el tipo de formación instrumental, pues empezaron con instrumentos de pequeña percusión, pero han ido agregando instrumentos sinfónicos como violín, contrabajo, trompeta y percusión sinfónica. A eso se suma que el programa, que empezó trabajando con arreglos ahora también incluye actividades de composición.