El 31 de mayo Disney+ estrenó para los países de habla inglesa Pistol, la miniserie que narra el origen de una de las bandas más polémicas del rock, los Sex Pistols. Dirigida por Danny Boyle —recordado por dirigir en 1996 el filme Trainspotting—, la serie, compuesta por seis episodios, se basa en las memorias del guitarrista y fundador de la banda, Steve Jones.
Antes de su estreno, el proyecto audiovisual estuvo marcado por la discusión. Uno de los motores creativos de la agrupación —el vocalista Johnny Rotten— se fue lanza en ristre contra la serie porque no fue consultado para realizar el proyecto. “Que se me deje fuera de forma tan grosera es inaceptable. Si hubiera algo de verdad en lo que van a publicar, no me lo habrían ocultado”, dijo el cantante a la prensa inglesa.
Desde el principio la historia de los Pistols estuvo signada por los escándalos. Quizá el primero fue el despido del bajista Glen Matlock, expulsado por Rotten con el argumento de que le consultaba todo a la mamá y le gustaba la música de The Beatles. Matlock fue reemplazado por Syd Vicious. Con los años se supo que Vicious —muerto por una sobredosis a los 21 años— en realidad no tocaba ningún instrumento.
También ocupa un lugar importante en la historia del punk el improvisado recital que la banda dio en el aniversario de los 25 años de reinado de Isabel de Inglaterra. Al no poder presentarse en ningún sitio y al su canción “God Save the Queen” ser censurada por la radio, Rotten y compañía decidieron alquilar un barco y convertir al Támesis en su tarima. La canción es una fuerte diatriba a la institución de la Monarquía.
Mientras la serie llega a Star+, los fanáticos del punk y del rock deberán contentarse con los videos eléctricos de un grupo que en apenas tres años cambió el rostro de la movida londinense.