No es una exageración decir que el nombre de Omar Geles está grabado “con letras doradas” en la cima del vallenato, que fue uno de los músicos más influyentes del género y un gran visionario.
Por eso su muerte, ocurrida en la noche del martes 21 de mayo, tiene a toda una región de luto, llorando al ídolo y, al país, lamentando la pérdida tan temprana (tenía 57 años) de uno de sus músicos más memorables.
Hoy en Colombia no hay cantante, acordeonero, académico, fanático o estudioso del vallenato que no reconozca —en el nacido en el corregimiento San Marcos de Malagana, en Mahates, Bolívar— a un hombre dotado de un monumental talento que le permitió no solo componer verdaderos himnos del vallenato, sino hacerlo copiosamente. Su producción creativa se acerca a las 1.000 canciones, que escribió para varias generaciones de artistas. Fue acordeonero, compositor y también cantante vallenato, combinó todas esas facetas en diferentes momentos de su vida. Este año cumplía 40 años de vida artística.
Puede leer: Omar Geles escribió este clásico de reguetón que seguro usted bailó, ¿lo recuerda?
Sus canciones fueron interpretadas por cantantes como Jorge Celedón, Poncho Zuleta, Silvestre Dangond, Diomedes Díaz, Peter Manjarrés, Jorge Oñate y Patricia Teherán, por mencionar algunos. Es un hecho, verificado académicamente, que no hay compositor en los últimas cuatro décadas que haya tenido más éxitos que Omar Geles Suárez.
“Fue un compositor que se supo reinventar, que comenzó como lo hacían en los 80, con canciones líricas, romanzas, que luego cuando se puso de moda el vallenato sensiblero, urbano, lento y romántico lo comenzó a hacer y fue el mejor en eso, pero cuando él notó que ya ese tipo de música estaba en un desgaste y se necesitaba música más bailable, tipo nueva ola, entonces se volvió el mejor en eso también, Omar Geles supo ser el mejor en distintos estilos”, lo corrobora Abel Medina Sierra, investigador cultural y docente del programa de Licenciatura en Música con énfasis en Vallenato de la Universidad de La Guajira.
Puede leer: No se pudo contener: Silvestre Dangond se quebró en el velorio de Omar Geles y contó hilarantes anécdotas
Talento más calidad humana
La exministra de Cultura de Colombia, María Consuelo Araujo, experta vallenata, rememora no solo al artista sino al ser humano. Araujo recuerda como hace muchos años conoció a Omar Geles, en una parranda en su casa. “A mí me capturó su forma de ser y me volví prácticamente seguidora fiel suya tras conocer su corazón, era una persona de una bondad inmensa, de una humildad muy escasa en el mundo de los artistas porque Omar era cero egos; lo dijo el mismo Carlos Vives, Omar Geles no tenía problema de que sus canciones estuvieran por delante de él cantadas por otros”.
Araujo ratifica que el éxito de sus composiciones tiene mucho que ver con la autenticidad en sus letras, “o sea, él no escribía lo que no sintiera y por eso su mamá (Hilda Suárez) era el centro de todas las creaciones, no hay canción en la que no mencione a su madre y el esfuerzo inmenso que hizo ella por sacar adelante a su familia de su condición de pobreza”.
Quizá por eso su composición Los caminos de la vida, fue una de las más reconocidas, tanto así que trascendió fronteras y fue grabada por otros artistas fuera del país, hasta en otros géneros. De esa canción se reconocen hasta 30 versiones.
Araujo recalca las palabras del profesor Medina, pero además añade que era un hombre que estaba muy sincronizado con la audiencia. Era como un mago que leía previamente los gustos del público y tenía claro qué sería éxito y qué no.
“Estaba muy sincronizado con la audiencia, él sabía qué iba a ser exitoso y se lo vendía a los cantantes que además ya tenían una carrera y un reconocimiento entonces, por ejemplo, con Peter Manjarres grabó una canción que se llama Te dejé que cuando uno oye la canción entiende que además parte de su talento era saber a quién le encajaba a la perfección”.
Pero hay que añadir además que tenía carisma y por eso fue exitoso también como acordeonero y cantante.
Le puede interesar: “Yo le iba hablando, pero su respiración se acortaba más”: Osmar Pérez contó los últimos momentos de vida de Omar Geles
Un artista como Omar Geles podía contar historias sentidas, nostálgicas y profundas, pero tenía con la audiencia esos momentos de parranda porque sabía cuándo el público los necesitaba. Y a eso hay que añadir que tenía una gran sintonía con lo que la gente joven y por eso fue tan vigente durante varias décadas.
Para el profesor Medina, Omar Geles tuvo, en todas sus facetas como artista, una visión clara. “El pudo ver que con el tiempo la imagen de la acordeonero vallenato iba a entrar en una depreciación, en una subvaloración y por eso se dio a conocer como compositor y de ahí luego se propuso ser cantante”.
En 1991 comenzó a grabar con los cantantes y nunca dejó de hacerlo. A esa capacidad de innovar se le suma que fue uno de los primeros acordeoneros que se constituyó dueño de su conjunto. “Omar Geles desde que se separó de Miguel Morales y comenzó su unión con Jesús Manuel Estrada fue el dueño del grupo Los Diablitos. Fue también el primer acordeonero que creó su propio estudio de grabación en Valledupar y otro hecho es que se convirtió en productor en los años 90. Fue el productor de Patricia Teherán, quien la descubrió y escogía las canciones para ella, él fue, él la descubrió, él la puso a grabar, hacía los arreglos, escogía las canciones. También fue el productor de Adriana Lucía, de Wilfran Castillo, de Esmeralda Orozco y de los inicios de Ana del Castillo”. Y a eso hay que sumarle su faceta de editor musical, una de las más recientes de su prolífica carrera.
“¿Diablito?, no por favor”
Araujo cuenta como Omar Geles le pidió respetuosamente que no lo llamara “diablito”, apodo que no solo tenía por el nombre de la agrupación musical que formó sino que lo traía desde niño.
La historia del apodo la cuenta el profesor Medina: “Se lo puso el animador, presentador y locutor Mario Puerta Gómez una vez que lo vio tocar cuando era niño y como era muy negrito pues dijo que parecía un diablito tocando, por su toque también endiablado, era muy rápido con los pitos”.
Geles se quiso alejar del apelativo cuando se volvió cristiano: “Yo estoy en el camino de Dios”, le dijo a Araujo y el académico Medina confirma que en los últimos años logró liberarse de ese estigma, “fue una de las metas que conquistó, de tantas, de liberarse de ese apelativo del diablito”.
Y es que en él no había nada oscuro, como dice Araujo. “Era un hombre saludable, sano, deportista, por eso nos ha sorprendido tanto su muerte”.
Puede leer: El exitoso legado de Omar Geles, el rey del vallenato que creó más de mil canciones
Omar Geles, según confirmó la Clínica Erasmo, “llegó a nuestras instalaciones sin signos vitales el día 21 de mayo, después de sufrir un síncope mientras jugaba tenis”.
Y es que aunque había tenido un episodio preocupante de salud en Miami, a finales de abril, tras sufrir un fuerte dolor en el pecho y en el brazo en pleno concierto, fue dado de alta sin mayores complicaciones.
La despedida en Valledupar
Con calle de honor el cuerpo del artista Omar Geles fue recibido en el auditorio de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez de Valledupar, en la mañana del miércoles 22 de mayo donde permaneció en cámara ardiente.
Su público, sus admiradores, lo estaban esperando entre lágrimas, coreando sus canciones como la mejor forma de rendirle homenaje. Largas filas se veían para despedirlo.
También llegaron personalidades del vallenato como Silvestre Dangond, Iván Villazón, Jean Carlo Centeno y Rolando Ochoa. La noche de miércoles su cuerpo fue trasladado a la Plaza Alfonso López en un homenaje de sus colegas vallenatos y este jueves se realizará una ceremonia religiosa para luego, a las 11:00 de la mañana, realizar el sepelio en el cementerio Jardines del EcceHomo en Valledupar.
No hay duda de que se fue un grande de la música colombiana, uno de los más influyentes representantes del vallenato en el país. “Seguimos en los caminos de la vida hasta que nos volvamos a encontrar”, sentenció Carlos Vives.