Lo que hará desde hoy la Orquesta Filarmónica de Medellín será una trabajo ambicioso y de exigencia musical que demostrará la madurez en la que se encuentra. Filarmed interpretará en 16 días las 9 sinfonías de Ludwig van Beethoven, y el público podrá disfrutar de este espectáculo que pocas veces es concebido de esta manera.
Esta noche interpretarán las Sinfonías N°4 y N°5, y los próximos 7, 13 y 21 de noviembre tocará, respectivamente, la N° 2, 8 y 3; 7 y 6; 1 y 9. Tres serán protagonistas: la Eroica (N°3), la Pastoral (N°6) y la Coral (N°9), que hará el cierre del ciclo del compositor alemán.
Para hablar de las sinfonías, Ramiro Isaza, estudioso de la música, cita al director Osmo Vänskä, quien dice que todas son hermanas, distintas, pero hijas del mismo padre.
Las dos primeras de Beethoven son del periodo clásico. “Escritas a la manera en que lo hacían Mozart y Haydn. Cuando él decidió componerlas ya tenía experiencia”, asegura Isaza, y añade que la sinfonía es el máximo desarrollo de un compositor, que es como cuando un escritor decide hacer una novela después de escribir cuentos o poemas.
De la 3 a la 8 pertenecen al periodo romántico, donde sin descuidar la técnica, cobra mayor importancia la expresión.
Para el momento en el que compuso la Sinfonía Coral (9), Beethoven ya estaba sordo. “Aislado del mundo, introvertido, huraño, hosco, pero piensa en la humanidad”, dice Ramiro, y fue por eso que compuso una oda a la alegría. “Es un canto a la libertad, a la fraternidad; además introduce una novedad desde el punto de vista técnico, le pone coro, y hasta ese momento las sinfonías no lo tenían”.