Han sido varias semanas de celebraciones desde que el pasado domingo 2 de marzo, el director de Letonia, Gints Zilbalodis, ganó el Premio Óscar como Mejor película animada por su cinta Flow.
Flow es una película sin diálogos que cuenta la historia de un gato negro solitario que, enfrentado a una repentina subida de las aguas, se embarca, con pocas ganas, en un viaje en compañía de un inverosímil grupo de animales, entre ellos un jovial perro golden retriever y un imperturbable chigüiro.
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Tras ganar el Óscar, por primera vez para Letonia, todo se ha convertido en una fiesta nacional, por ejemplo, el Museo Nacional de Arte de Letonia exhibe la estatuilla del Óscar y del Globo de Oro (galardón que también obtuvo) para que la gente vaya a verla.
“En respuesta al gran interés del público y hasta el 16 de marzo, ¡les mostramos los tres premios más prestigiosos otorgados a la película Flow: el Premio de la Academia de Cine Europeo, el premio de la industria de cine y televisión de EE. UU. Globo de Oro y el Premio de la Academia de EE. UU. el Óscar. Los premios se podrán ver de forma gratuita en el vestíbulo del tercer piso del Museo Nacional de Arte de Letonia durante el horario de apertura del museo”, escribieron.
El gato negro de Flow también celebró, a su manera
Mientras viajaba a Los Ángeles, el director Gints Zilbalodis hizo un pequeño boceto del gato con la estatuilla, en una imagen que aseguró hizo en el avión. Esa fue la imagen que se vio en la ceremonia mientras él recibía el premio, pero demás, hay una versión alternativa. “Nos pidieron que hiciéramos una versión con y sin la estatua”, dijo.
Ya en Letonia y con más calma, se dedicó a hacer un video que compartió en sus redes. En este se ve como el lemur saca de sus pertenencias el Óscar y la pone al borde en el barco y luego el gato lo tiró de nuevo al canasto del lemur y se va.
Esta escena ya se había visto en la cinta pero no con la estatuilla del Óscar.
¿De qué trata Flow?
El largometraje comienza con el gato descubriendo que los humanos han desaparecido y que las aguas están creciendo a su alrededor.
Ante este escenario apocalíptico, el gato crea una improbable amistad con un perro, un chigüiro, un pájaro secretario y un lémur, cada uno con el carácter distintivo de su especie.
Al subir a bordo de un velero en medio de la crecida, el grupo aprende a colaborar y a respetar las necesidades y los límites de cada uno.
Zilbalodis generó la película con Blender, un programa gratuito de código abierto, y creó a los personajes tras una cuidadosa observación de sus características.
Aunque no hay ni un solo diálogo en todo el filme, los protagonistas emiten sus sonidos naturales, ya que el director decidió grabarlos y utilizarlos en la película. Pero hay una notable excepción.
El capibara necesitó “ayuda extra”, aseguró el cineasta, quien explicó que para grabarlo, el equipo visitó un zoológico, pero descubrió que estos animales son generalmente tranquilos y silenciosos.
“Un cuidador del zoológico tuvo que entrar (al recinto) y hacerle cosquillas al chigüiro”, dijo Zilbalodis entre risas.
El resultado, sin embargo, fue un sonido agudo que el equipo de Flow consideró incompatible con el relajado personaje.
Finalmente, la voz alternativa por la que optaron fue la de un “camello bebé”.
Flow, la segunda película de animación de la historia de los Óscar nominada tanto en la categoría de animación como en la de largometraje internacional, sigue batiendo récords.
Según el centro cinematográfico de Letonia, más de 30.000 espectadores la vieron en los cines, convirtiéndola en la película más vista en la historia del país, por delante de Avatar y Titanic.
Gints Zilbalodis atribuyó en parte este éxito a la “inocencia” de los animales.