A Juanes siempre le ha gustado la actuación, solo que la música ha tenido el mayor protagonismo en su carrera.
A su memoria llegan esas grabaciones caseras en las que sus hermanos se filmaban actuando en pequeñas películas, también un pequeño paso por Hildebrando, la famosa novela de Teleantioquia, e incluso por la serie norteamericana Jane the Virgin en la que hizo un papel pequeño, en inglés, en uno de los capítulos.
Cuenta que la actriz de la familia es su esposa, Karen Martínez, y con ella ha aprendido a ver las películas y series con otros ojos, esos que admiran la creatividad y el talento, detallando los tiros de cámara, los planos y más.
La primera vez que vio en cine Pimpinero, sangre y gasolina, la película en la que actúa, fue en el Festival de cine de Toronto, este año. “Yo me veía ahí, en esa pantalla gigante y no lo podía creer, de verdad muy agradecido”, le contó a EL COLOMBIANO.
Su papel es el de Moisés, el hermano mayor de esta familia de contrabandistas de gasolina conocidos como “pimpineros”. Estudió, se preparó, tuvo de coach a la actriz y exreina Carolina Gómez y se dedicó dos meses de lleno a este proyecto dirigido por Andrés Baiz, producido por Prime Video que desde hoy podrán ver en las salas de cine del país.
¿Qué tanto estudio Juanes y cómo fueron las jornadas para preparar a Moises?
“Fue increíble, pero quiero contarte cómo llegué acá porque no tenía planeado esto. Un día, Andrés Baiz, Andy, el director, me dice que está haciendo una película y que quería que yo fuera uno de los personajes, ‘me gustaría que hicieras un casting a ver cómo te va’, me dijo y yo me lancé a hacer un casting. Me metí en Youtube, busqué ‘cómo se hace un casting’, porque no tenía ni idea, pero le metí el alma porque era una oportunidad que no quería desaprovechar, quería trabajar con Andy como fuera.
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Ya cuando quedé me preparé durante dos meses más o menos, leyendo el guion y el último mes trabajé con Carolina Gómez, la exreina y actriz y ella hizo un coach conmigo muy chévere, fuimos frase por frase del texto, de todas las escenas y entendiendo el subtexto, imaginando este otro personaje porque tenía que salirme de Juanes o de Juan Esteban. Era imaginarme esa persona, cómo olía la ropa, cómo había vivido su vida, qué tristezas tenía. Fue una manera de usar la creatividad en otro lugar distinto a la música que también tiene que ver con la expresión y la verdad”.
Andrés Baiz, el director, y Alberto Guerra, uno de los actores, destacaron su disciplina, su humildad y el gran artista que es, ¿cómo sintió el apoyo de todo el equipo de Pimpinero?
“No sabes el privilegio que ha sido para mí haber estado en este proyecto y sobre todo ha podido trabajar al lado de Alberto Guerra, Alejandro Speitzer, de Laura Osma, que son tremendos y bueno Andy como director, que tipo tan especial y tan brillante. Fue realmente una oportunidad única, obviamente estaba muy nervioso porque estas escenas requerían de otro tipo de dinámicas interiores desde el alma, desde lo más profundo y también las cosas de las coreografías y de saber los textos de los otros para poder entrar donde tenías que entrar y siempre he sentido mucho respeto por el tema de la actuación”.
¿La actuación le quedó gustando?
“Sí, me parece muy chévere. A mí siempre me ha gustado. Cuando yo veo una película siempre quiero imaginarme cómo es la escena, cómo fue el tiro de cámara, la iluminación, cómo es la edición. Me gusta mucho la parte creativa que sé que hay detrás de la película, me ha gustado desde muy pequeño, hay incluso vídeos de la familia que mi hermano filmaba, en los que estábamos ahí todos actuando en estas pequeñas películas caseras. Siempre me gustó, por eso hice eso que mencionaste de Jane the Virgin e Hildebrando”.
¿Qué tal la experiencia en el Festival de Cine de Toronto, en el que presentaron la película?
“Eso fue increíble porque yo nunca había estado en ningún festival de cine, bueno si estuve una vez en Cannes, pero no a este nivel con una película, entonces fue muy emocionante. Además era la primera vez que yo veía la película después de un año y medio de haber sido grabada, estaba sentado ahí en la silla del teatro y yo veía esa pantalla gigante y me veía y pensaba que eso era una locura, estaba en el Festival de Toronto, no lo podía creer, muy agradecido”.
Su papel es de un hermano mayor, protector, pero que le da libertad a sus hermanos menores. En la vida real usted es el hermano menor. ¿Se inspiró quizá en alguien de su familia o en general en sus hermanos mayores para darle su toque personal a Moisés?
“Sí, yo creo hay algo que tomé de la música por ejemplo y me gusta dibujar y me gusta escribir. La imaginación tiene un papel supremamente importante y también tomar cosas de mí, de mi propia vida, de mis hermanos como vos decís o incluso de mi papá, era como una mezcla de todo. Cuando tuve el proceso con Carolina (Gómez) siempre hablábamos del texto y el subtexto, o sea, leíamos el texto y pensábamos qué estaba pasando, por qué está así, de dónde viene, a dónde va, qué hizo el día anterior, todo ese tipo de cosas; se comenzó a construir ese arco dramático y eso me pareció un ejercicio muy chévere, de creatividad porque fue desde otro lugar totalmente distinto a crear melodías o tocar la guitarra y escribir letras. Siento que se complementan muchísimo entonces de alguna manera fue difícil, pero algo que podía hacer”.
No puedo dejar de preguntarle, ¿cómo va la gira? Está yendo a lugares que hace rato no iba y a otros a los que nunca había ido...
“Si. Acabo de llegar de Guayaquil, de Quito que hace rato no tocaba. Estuve en Paraguay a un festival muy chévere y en Chile. La otra semana voy para México y retomo la segunda parte de la gira en Estados Unidos con 15 conciertos en otras ciudades donde no hemos ido nunca, ciudades totalmente nuevas para mí en el mercado americano. Estoy muy contento con eso y trabajando en la música nueva para el año entrante en algún momento grabar”.
Acaba de celebrar 20 años del disco Mi Sangre. ¿Qué memorias le trajo esa celebración?
“Qué loco, no puedo creer que hayan pasado tantos años, es increíble, es como si hubiera pasado mucho tiempo y no hubiera pasado nada, porque sigo cantando esas canciones en vivo y cada noche es como si fuera la primera vez, es algo muy bonito. Tengo los mejores recuerdos porque fue un álbum muy importante para mi carrera y creo que tiene un 100% mi ADN, mi vida, mi alma, mi sangre, por eso se llama así y bueno, yo creo que mezcla de muchas cosas, pero sobre todo demasiado agradecimiento que todavía tenga la oportunidad de cantar estas canciones y que sigan viviendo a través de nuevas generaciones, eso me hace muy, muy feliz”.
