No es la primera vez que Daniel Zovatto participa en una película de terror. En 2016 estuvo en No respires de Fede Álvarez, también en Te sigue de David Robert Mitchell, pero su carrera va más allá de este género.
El actor costarricense también ha estado en las series Penny Dreadful: City of Angels, en la de vampiros From Dusk Till Dawn: The Series y en la película Lady Bird. Su carrera comenzó en 2009 cuando salió de Costa Rica hacia Estados Unidos a cumplir su sueño como actor y poco a poco ha conquistado la industria norteamericana.
Ahora protagoniza, al lado de Russell Crowe, la película El exorcista del Papa —actualmente en cartelera de cine— con el papel del padre Esquivel, compañero del padre Gabriele Amorth (Crowe) y habló con EL COLOMBIANO sobre su fascinación por el género de terror y su experiencia en el set con el actor australiano ganador del Óscar.
¿Por qué es tan fascinante trabajar en producciones de terror?
“Yo creo que el género me ha seguido de alguna forma u otra. Las oportunidades que han venido, que me han interesado, han sido en el género. Y más que nada es un poco el amor y el querer trabajar con directores que me llaman la atención y que creo que pueden hacer una película en este género que sea distinta. He tenido la virtud de hacerlo con It Follows (Te sigue) y con Don’t Breathe (No respires) y ahora con The Pope’s Exorcist (El exorcista del papa). Quizás la próxima no vaya a ser otra de terror, pero con lo que he hecho en las películas en este género estoy orgulloso”.
Durante el rodaje de la película, ¿le sucedió algún evento extraño a usted o a Russell Crowe?
“A mí no me pasó nada. Gracias a Dios, todas las mañanas orábamos en la camita y le decíamos, ‘Diosito, hoy vamos a portarnos bien, vamos a hacer un buen trabajo, vamos a pelear contra unos demonios, pero en nombre tuyo’, pero a Russell sí le pasó algo. Me acuerdo el día que estábamos grabando en Limerick, Irlanda, él se estaba quedando en una casa y al regresar encontró un pájaro muerto. Si han visto la película, eso también tiene su cuento. Su forma de reaccionar fue un poco como el humor que tiene Gabriele Amorth, su personaje en la película. Por otro lado y para mí, honestamente, la forma en que Peter DeSouza-Feighoney, el niño que interpreta al Henry, el poseído, hizo su personaje fue impresionante. Era su primera película, tiene 10 años y lo hizo tan bien que había días que yo estaba un poco preocupado porque cuando cambiaba las voces lo hacía demasiado bien (risas)”.
Sabemos que el padre Gabriele Amorth existió, ¿pero su papel, el del padre Esquivel también o hace parte de la ficción de la historia?
“El padre Esquivel está basado más en la ficción, no es una persona real. Pero sí fue, en la forma que los escritores me lo pusieron, una combinación de diferentes personas con las que Gabriele Amorth se relacionó. Al construir el papel yo quería mostrar el cambio que alguien podía tener al estar enfrentado con algo desconocido y en su deseo de querer ayudar, aprender y en hacer su deber con Dios. Y yo creo que el arco inicial del personaje era un poquito distinto y lo cambiamos un poco y lo trabajamos para que fuera de alguna forma u otra el héroe, que se viera un cambio grande de crecimiento en él como persona y como sacerdote”.