El próximo 16 de abril se cumplirán 40 años de un hito cultural para Antioquia. Ese día de 1983 la Orquesta Filarmónica de Medellín tuvo su primer encuentro en el garaje del maestro Alberto Correa, en una casa de la calle 27 del barrio Belén La Palma. En aquella sala de ensayos improvisada se reunieron 38 profesionales y estudiantes, quienes, bajo la batuta de Correa, a las tres de la tarde empezaron a hacer realidad su propósito de “difundir la música sinfónica” en la ciudad.
Medellín era un lugar distinto en esos años de violencia recrudecida, con las guerrillas en las zonas rurales y algunas organizaciones armadas que se instalarían a finales de la década en las comunas. Como en tantas partes, la música sinfónica era percibida como algo lejano en el tiempo y en la sensibilidad del público, pero en aquel garaje se gestaba otra cosa. La noche del primer ensayo la gente acudió a ver cómo preparaban la obertura de Las bodas de Fígaro de Mozart, el Concierto para chelo de Joseph Haydn y la Sinfonía No. 3 de Ludwig van Beethoven, según recuerda Correa, cuya casa empezó a ser denominada en el sector como la “Casa de la Música”, donde empezaron a ensayar semanalmente.
Durante los 40 eventos que tiene preparados la Orquesta para festejar su aniversario en 2023 se recreará con realidad virtual y video mapping el garaje del primer encuentro, con imágenes de lo que ha sido la Orquesta desde entonces hasta hoy. Este solo será uno de los tantos eventos pensados para abarcar el amplio abanico de intereses que han desarrollado a lo largo de su vida, enfocada en los últimos años en programas sociales como Soy Músico y el Coro Reconciliación, con los que han llevado a cabo conciertos integrados por jóvenes y adultos en condición de discapacidad y por excombatientes y víctimas del conflicto armado.
“Esta orquesta nace de la amistad; todos sus integrantes eran amigos con el propósito de hacer música y eso se mantiene hoy. Son amigos que, por encima de todo, disfrutan haciendo música juntos”, sostiene María Catalina Prieto, directora ejecutiva de la Orquesta, que en los últimos meses estuvo realizando mentorías con la Asociación de Orquestas Británicas y el British Council, en una búsqueda de estrategias por garantizar la sostenibilidad de la Filarmed en el tiempo.
Para Prieto, el formato de una orquesta no está sujeto a un período musical (“de eso que llamamos música clásica”), sino que “es el formato más rico de todos, también vanguardista, que puede hacer cualquier tipo de música, de cualquier género, con muy alta calidad”.
En el marco de sus celebraciones buscan agradecer el apoyo de instituciones públicas y privadas, de aliados y, sobre todo, el de una ciudad que los ha visto crecer en los más diversos escenarios y cumplir su deseo de llevar música al mayor número de personas posibles. “La idea es que al finalizar el año ningún antioqueño pueda decir que no escuchó a la Orquesta”.
“Hoy, más que nunca, Filarmed tiene un papel vital y esencial en la vida de nuestra ciudad, al convertirse en uno de los referentes más importantes en el campo de las artes, no solo en Latinoamérica, sino en el mundo entero”, dice por su parte David Greilsammer, director titular de la Orquesta quien destaca además que “Los valores de la orquesta —innovación, excelencia, audacia y generosidad— estarán presentes a lo largo de esta temporada de aniversario”.
Sinfonía para Medellín
Este 18 de febrero la Orquesta inaugura su temporada con “Primavera, la ciudad nos inspira”, un concierto con el que vuelven a sus orígenes y a obras que transformaron para siempre la historia de la música. La Sinfonía No. 3 Eroica de Beethoven, que se interpretó en el primer concierto de temporada de Filarmed, sonará en el repertorio: “me pareció emocionante volver a interpretar esa increíble pieza para honrar nuestra historia”, dijo Greilsammer. La otra pieza escogida es la “Consagración de la primavera”, de Stravinsky, que sonará esa misma jornada en el Teatro Metropolitano desde las 6:00 p.m.
El segundo concierto inaugural se realizará en el mismo lugar el sábado 25 de febrero bajo el nombre “La música del destino”, pensado para celebrar el amor y la vida, con piezas de diferentes países y estilos: la Obertura de “Tannhäuser” de Wagner, “Serenata de la luna” del compositor costarricenses Carlos Castro, la Sinfonía N° 5 de Tchaikovsky, y además contará con la participación como solista del líder de violas de Filarmed, David Merchán.
El concierto de aniversario se celebrará el 15 de abril, un día antes de la efeméride, con la dirección de Alberto Correa y Greilsammer. Allí será la recreación del primer encuentro mediante realidad virtual y mapping. Ese mes el pianista de origen israelí Matan Porat también estará con Filarmed interpretando el Concierto No. 1 para piano de Brahms.
A lo largo de los meses siguientes, en una programación que irá hasta diciembre, se llevarán a cabo numerosos conciertos y eventos especiales como las serenatas a Medellín en lugares que han sido la casa de la Filarmed y que son representativos de la ciudad: el Parque Bolívar, el Museo de Antioquia, el Museo de Arte Moderno, el Parque Explora, el Teatro Metropolitano, la Comuna 13, El Metro de Medellín y el Jardín Botánico, entre otros.
También se realizarán fusiones y tributos a varios géneros musicales como el rock, el hip hop y a los ritmos afrocolombianos, con la participación de Lido Pimienta y el compositor y cantante argentino Pedro Aznar. Igualmente, habrá conciertos para público infantil y familiar y presentaciones con la Orquesta Sinfónica de EAFIT, así como una invitación especial en el VI Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá en abril. Entre los conciertos hay eventos gratuitos y con costo que pueden ser consultados en la web de la Orquesta: filarmed.org.
Apuesta futura
Pietro destaca el panorama actual para la música en Medellín, en donde conviven procesos de formación con la red de Escuelas de Música, Iberacademy y la Filarmónica Metropolitana. En ese contexto los jóvenes, “se vuelvan músicos profesionales o no, tienen la posibilidad de tener contacto con la música”. La Filarmed planea seguir llegando a públicos que históricamente no han tenido contacto con la música; quieren “conversar” con otras artes, brindar experiencias cada vez más variadas e innovadoras en sus conciertos, visibilizar a músicos colombianos y latinoamericanos y convertirse en referente consolidado en toda Latinoamérica. “La música sinfónica no está muerta, hay música sinfónica para rato”, dice Pietro.