El principal esfuerzo de la Cuarta Brigada se dará en el Norte de Antioquia, especialmente en Ituango, donde el enfrentamiento entre grupos armados no le da tregua a la población civil.
Secuestros, extorsiones, homicidios y combates son, nuevamente, el pan de cada día en esa región estratégica desde la cual las disidencias de los frentes 18 y 36 de las Farc y el Clan de Golfo buscan consolidar un corredor que les permita la salida hacia los mares y hacia Venezuela.
“Todo eso hace parte de un corredor del crimen que arranca en Catatumbo y recorre Santander, Sur de Bolívar, norte de Antioquia, Bajo Cauca, Sur de Córdoba, Urabá y norte del Chocó. En toda esa región se da la lucha por el control ilegal para sacar las rentas ilícitas y de extracción ilícita de minerales hacia Venezuela, al mar Caribe por el golfo de Urabá o al Pacífico por el norte de Chocó”, explicó el general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército.
En esa franja norte se consolidó la presencia del Clan del Golfo con la salida de las Farc, pero las disidencias de esa guerrilla han tomado fuerza en el Bajo Cauca, el Sur de Córdoba y el Norte de Antioquia.
“Esa franja mueve gran parte (30 % ) de la cocaína que se produce en el país y es muy rica en minería ilegal”, aseguró el coronel (r) Jhon Marulanda, analista internacional en Seguridad y Defensa.
Refuerzo militar
La Fuerza Pública ha intentado consolidar el control territorial en las zonas más críticas, de ahí que a finales del año pasado lanzara la Fuerza de Tarea Conjunta Aquiles para el Bajo Cauca y el Sur de Córdoba, mientras que en el norte de Antioquia se recrudecía el conflicto entre el Clan del Golfo, al mando de alias Julián Chirimoyo, y las disidencias de las Farc al mando de alias Cabuyo y alias Ramiro.
“Por eso di instrucciones para que la Cuarta Brigada concentre sus esfuerzos en el Norte de Antioquia, especialmente Ituango”, señaló el general Ramírez, quien además contó que desde febrero se han encontrado varios campamentos, áreas minadas, armamento y han aumentado los combates.
EL COLOMBIANO conoció que este sábado se presentó un enfrentamiento en la vereda San Agustín de Leones (Ituango) entre el Clan del Golfo y miembros del Ejército, en el que murieron tres ilegales. Fueron incantadas 3 armas largas, 2 pistola, munición de diferentes calibres, explosivos y material de intendencia.
De esa misma vereda salieron desplazadas 27 personas la semana pasada en medio de confrontaciones entre dos o más grupos armados.
El alcalde de Ituango, Hernán Darío Álvarez, dijo que desde la administración local se viene atendiendo a los habitantes que huyeron, quienes están albergados en el corregimiento de Santa Lucía. “En varios consejos de seguridad le hemos pedido al Ejército que intervenga con más tropas, porque eso es necesario para la conservación de la seguridad de nuestros habitantes”, manifestó el alcalde.
Así que, en los últimos días llegaron a Ituango tres unidades de soldados profesionales, cuyas capacidades se distribuyen en antiexplosivos, combate irregular y rural, operaciones especiales y asalto aéreo. Se trata de entre 100 y 150 hombres que trabajarán apoyados por aeronaves militares del Ejército y la Fuerza Aérea.
En total en esa región quedarán un poco más de 900 hombres dedicados a la erradicación de cultivos de uso ilícito, el desminado de los territorios, la prevención del secuestro y la extorsión y los operativos en contra de las estructuras militares.
Cuarta Brigada a Ituango
Entre las instrucciones del general Ramírez se encuentra que el Puesto de Mando Táctico de la Cuarta Brigada se desplace hasta nueva orden para Ituango, lo que quiere decir, prácticamente, que su comandante, el general Juvenal Díaz, despachará la mayor parte del tiempo desde ese municipio. (ver Protagonista)
De acuerdo con Marulanda, la Séptima División ha entendido que Ituango es de una importancia vital para el debilitamiento de la franja norte, evitando el cruce de los criminales desde Venezuela hasta el Bajo Cauca, donde se da el punto más crítico.
“El interés en Ituango es viejo, hay grandes extensiones de cultivos de coca, es un gran centro económico de producción de riqueza ilegal en el que estuvieron las Farc por mucho tiempo y es el punto de unión de toda esa cadena ilegal, de los centros de producción hacia el Océano”, señaló el coronel (r).
Y agregó que esta es una muestra más de que la Fuerza de Tarea Nudo de Paramillo no debió haberse acabado, como pasó en 2017, “no por motivos políticos sino tácticos. Lo que está haciendo el comandante de la Séptima División es restituir algo que no debió haberse desmantelado”.
Por ahora, el Ejército no planea una nueva fuerza de tarea en Antioquia, ni ampliar la jurisdicción de la Aquiles. El general Ramírez aseguró que el aumento de pie de fuerza puede ser suficiente para consolidar el control territorial y después pasar a un control institucional “que es lo que en realidad queremos, que el Estado pueda volcarse a esos territorios azotados por los criminales”.