Las noticias para el sector salud en 2025 siguen igual de desalentadoras que en el año pasado y los anteriores. La crisis del sistema no es un invento ni una ficción, sino que cada vez hay más elementos que muestran esa situación de caos y que tiene sufriendo a pacientes y a toda la cadena de actores que deben estar cohesionados para garantizarles su atención en salud oportuna.
En la última semana ocurrieron tres hechos que —si bien pasaron desapercibidos por la opinión pública, en gran parte, por la transmisión en vivo de un Consejo de Ministros del Gobierno— muestran el nivel de desorden y de incertidumbre en el que está el sistema de salud.
La mala hora de Nueva EPS
El primero es la millonaria deuda que tiene la Nueva EPS (la aseguradora más grande del país, que está intervenida desde abril de 2024 por el Gobierno) con la Fundación Cardio Infantil (una de las mejores clínicas del país para la atención de pacientes con afecciones cardiacas y con enfermedades de alto costo y terminales) por valor de $100.000 millones, como lo reveló este diario.
Esta situación tiene a esa clínica con un hueco financiero considerable que la ha llevado a inclinarse por la prestación de servicios a pacientes de medicina prepagada e internacionales, que hacen uso de los servicios sin dejar deuda.
Por si fuera poco, la Cardio tiene otros grandes deudores morosos, como la EPS Compensar, a la cual la Superintendencia de Salud le negó su retiro voluntario del sistema, pero limitó su operación al departamento de Cundinamarca y a Bogotá, en donde reside la mayoría de sus afiliados. Esta aseguradora le debe alrededor de $30.000 millones.
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Aún así, con su faltante más grande proveniente de Nueva EPS, la situación estaría generando un efecto de retrasos en las atenciones a los pacientes de esta y otras clínicas del país. Por ejemplo, según un informe de la Superintendencia de junio de 2024, la EPS tenía una deuda total de $4,2 billones con clínicas y hospitales, así como otra deuda acumulada por $400.000 millones con otro grupo de clínicas cuyo propietario es un fondo de pensiones brasilero.
Para el investigador en salud de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Giovanni Jiménez, estas fallas de Nueva EPS podrían reflejar dos escenarios. El primero, que esto “dejaría ver la insuficiencia de la UPC (unidad de pago por capitación) y de presupuestos máximos”; y el segundo, que esa insuficiencia conlleva a una “reducción de la eficiencia de la configuración de la red que afecta las buenas relaciones con los prestadores, las contrataciones y termina afectando a los pacientes porque las IPS dejan de darles prelación por esas deudas”.
Entre tanto, una denuncia del representante a la Cámara, Andrés Forero (Centro Democrático) reveló que desde marzo de 2024 la aseguradora —que cuenta con 10,8 millones de afiliados— no le ha entregado a la Supersalud su información financiera: datos que son vitales para conocer si sus números gozan o no de buena salud.
Lo más preocupante del caso es que si no fuera porque el congresista Forero solicita esa información a la superintendencia con un derecho de petición el 24 de enero, esa entidad, al parecer, no habría tomado cartas en el asunto, pues el 27 de enero requirieron al agente interventor, Bernardo Camacho, para que envíe esos datos, pues sin ellos la Supersalud no ha podido “realizar el cálculo de los indicadores de condiciones financieras”.
“Llama la atención que el nuevo superintendente, Giovanny Rubiano, que se posesionó el 6 de noviembre del año pasado, se haya quedado prácticamente tres meses cruzado de brazos ante esa escandalosa omisión de información y solo haya decidido actuar después de recibir un derecho de petición de parte mía. ¿Qué es lo que no quieren que el país sepa?”, expresó Forero.
Este diario consultó con la oficina de comunicaciones de la Nueva EPS si haría algún comentario sobre esa denuncia del representante del Centro Democrático, pero denegaron esa posibilidad.
“No presentar esa información es violar un requisito legal y permitirlo por tanto tiempo es cohonestar que una EPS no cumpla con buena gestión y que la Supersalud no tiene continuidad con las exigencias”, agregó Jiménez.
Adres y Presupuestos Máximos
Con el antecedente del incidente de desacato que la Corte Constitucional le abrió al ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, por el incumplimiento de las órdenes relacionadas con los presupuestos máximos (PM), la Administradora de Recursos del Sistema de Salud (Adres) alertó que las EPS del país no postularon ante esa entidad (encargada de administrar la plata pública del sector) los pagos para los giros respectivos de esos presupuestos de noviembre y diciembre de 2024.
Vale recordar que los PM son los recursos que gira el Estado a las EPS para pagar los medicamentos, atenciones y tecnologías en salud que no hacen parte del Plan de Beneficios en Salud (PBS), es decir, aquellas que están dirigidas a atender pacientes con enfermedades raras o huérfanas, cuyos cuidados son específicos para la enfermedad y que son más bien escasos, por lo cual son más costosos y difíciles de conseguir y se pagan con plata aparte.
En ese sentido, una pregunta salta a la vista: ¿A qué se deben estas demoras si la mayoría de EPS, que agrupan a 26 millones de afiliados, están administradas por el Gobierno por medio de agentes interventores nombrados por la Supersalud?
Sobre esto, el investigador Giovanni Jiménez advierte que “si las EPS están bajo intervención aún más tendrían que cumplir las exigencias y hasta de mejor forma, pero no hacerlo es una acción negligente que evidencia desorden administrativo”.
¿Qué pasa con Emssanar?
A los líos con las aseguradoras intervenidas hay que sumarle la denuncia que hizo la senadora Norma Hurtado (Partido de la U) sobre el manejo de la EPS Emssanar, que fue intervenida en junio de 2022, al final del Gobierno de Iván Duque.
Según la congresista, no se ha hecho el giro directo a la red hospitalaria pública y privada del Valle del Cauca y el suroccidente colombiano que presta sus servicios de salud a los afiliados.
“Hago un llamado al agente interventor, Gabriel Castilla, que ha tomado decisiones que quienes entendemos el sistema de salud quisiéramos aclarar, porque se estableció, desde su llegada, una nueva metodología que lo único que hace es perjudicar al talento humano en salud, a los prestadores y a los pacientes afiliados”, sostuvo.
Entre tanto, el agente Castilla asegura que la Supersalud les dio el aval a sus estados financieros de 2021, 2022 y 2023, lo que calificó como un “un avance significativo” dentro del proceso de intervención administrativa. “La aprobación de los estados financieros refleja los esfuerzos en transparencia, gestión y sostenibilidad de la EPS”, dijo.
Así mismo, aprovechó esto para darle un envión al Gobierno al sostener que lo anterior “permitirá fortalecer la viabilidad de la EPS como Gestora de Salud y Vida en el marco del proyecto de reforma a la salud”.
Sin ir más lejos, a diez meses de que iniciara la oleada de intervenciones, los hechos muestran que su gestión no ha mejorado la atención de los usuarios, cuyas quejas ante la Supersalud llegaron a la histórica cifra de 1.546.419 en 2024.