Si bien el propio presidente Gustavo Petro anunció a mediados de enero que su Gobierno citaría a sesiones extraordinarias al Congreso para acelerar la discusión de la reforma a la salud, este viernes el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca –uno de los aliados del Ejecutivo en el Parlamento–, confirmó que no habrá extras.
Según el parlamentario, hoy por hoy la labor de la Cámara de Representantes está centrada en el estudio y análisis de la declaratoria de conmoción interior hecha por el Gobierno a raíz de la crisis humanitaria y orden público en el Catatumbo, en Norte de Santander.
Por ello, no se citará a sesiones extraordinarias y la Cámara retomará labores habituales el próximo 16 de febrero, cuando arrancarán las sesiones ordinarias. Eso sí, previamente se reunirán para determinar la viabilidad de la declaratoria en el Catatumbo.
“El Gobierno no citará a sesiones extraordinarias. La labor de la Cámara de Representantes está concentrada en la Comisión de Seguimiento de la Conmoción interior por Catatumbo. Por ahora, regresaremos a sesiones ordinarias”, confirmó Salamanca.
A mediados de diciembre pasado, el Ejecutivo citó a sesiones extras para discutir la reforma a la salud; sin embargo, no se logró su aprobación en segundo debate en la plenaria de la Cámara. Aunque de 62 artículos que se plantean en la reforma se aprobaron 23, aún quedan muchos otros por discutir, además de 40 nuevos artículos introducidos por los representantes.
La decisión de aplazar el debate fue tomada en consenso con los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y de Interior, Juan Fernando Cristo, quienes aseguraron que el proceso de concertación continuará durante el periodo de receso.
“Este es un proyecto distinto, más concertado que el que se hundió en la Comisión Séptima del Senado hace unos meses. Queremos aprovechar este receso para seguir evaluando, ajustando, y el Gobierno está listo para seguir escuchando”, dijo en su momento el ministro Cristo.
Si bien el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, insiste en que la reforma busca transformar un sistema de salud que considera “ineficiente e inequitativo”, la oposición asegura que los cambios propuestos podrían desestabilizar el sistema y afectar la atención a los usuarios, por lo cual muchos de los 40 nuevos artículos que deberán ser discutidos buscan hacer contrapeso a lo propuesto por el Gobierno.
Esta reforma es una de las principales banderas de batalla del Gobierno Petro, pero esa batalla será difícil de librar. Aún hay pendientes que serán discutidos en un pulso político que promete hacerle contrapeso al documento tal y como fue presentado originalmente.