Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar y recientemente designado como gestor de paz, contraataca tras una decisión de la sala de Justicia y Paz que revocó el fallo que suspendía todas las órdenes de captura en su contra. El fallo fue firmado por la magistrada Alexandra Valencia y con él se negó la libertad condicional a Mancuso señalando que sus recientes declaraciones ante la JEP no tienen elementos nuevos y todavía tiene una orden de extradición activa.
Por eso, en una carta de cuatro páginas enviada a los presidentes de las altas cortes y al Fiscal General, el exparamilitar explicó que la decisión de negarle la libertad fue una actuación “injustificada” por parte de la magistrada Valencia y aseguró que ya cumplió la pena impuesta en Justicia y Paz, además de llevar 17 años preso. Así mismo, insistió en que todo se trata de una campaña en su contra luego de ser designado gestor de paz por el gobierno de Gustavo Petro.
“Eso no parece una coincidencia sino una campaña mediática diseñada para influir y condicionar las decisiones de la JEP, la Corte Constitucional y del Gobierno Nacional”, dijo Mancuso.
Y agregó que las declaraciones de la magistrada Valencia en cuanto a su aporte a la verdad son irresponsables. “La magistrada Valencia advierte a la JEP que la verdad aportada no es nueva. Esta conducta no es simplemente indelicada, es una interferencia flagrante en una justicia prevalente, que traspasa los límites de la independencia de la justicia y su función judicial, demostrando una desconexión palpable con la metodología y la ruta de trabajo establecida por la JEP”, explicó.
En la misiva, Mancuso aprovechó para aclarar que las supuestas amenazas contra la magistrada no son ciertas, por lo que pidió que se le informe si la togada compulsó copias en su contra para investigarlo por tales amenazas y expuso que el nuevo proceso como gestor de paz “no tienen nada que ver con los procesos judiciales, ni se agotan con la etapa jurídica derivada del proceso de negociación con las AUC, sino con mi responsabilidad hacia la agenda de paz del gobierno nacional y de la no repetición”.
Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se encuentra recluido en una celda de Estados Unidos, adonde fue extraditado en 2008 por cargos de narcotráfico. Lo condenaron a 15 años de cárcel, por lo que ya cumplió su pena y está pendiente de que la Casa Blanca le resuelva su situación jurídica.
Uno de los escenarios posibles es que sea deportado a Italia, país del cual también tiene nacionalidad; otro es que permanezca en EE.UU. con un permiso especial, tal cual hicieron otros exparamilitares como Juan Carlos “el Tuso” Sierra y Carlos Mario Aguilar (“Rogelio”); y el otro es que sea enviado de regreso a Colombia, bien sea bajo el trámite de deportación o por el de extradición que propone el Gobierno.
En nuestro país tiene un requerimiento del Tribunal de Justicia y Paz, que recientemente dejó en firme una orden de captura en su contra, para que siga compareciendo en los procesos de la Ley de Justicia y Paz que tiene pendientes, y en los cuales hay diligencias con víctimas, confesiones represadas y actos de reparación que no se han hecho.
El fiscal General, Francisco Barbosa, anunció que hay un equipo revisando en qué van los procesos penales de Mancuso, pues tiene imputaciones por más de 35.000 hechos y no todos los ha confesado. Esto implica que podría ser detenido al pisar suelo colombiano.