Aunque desde bebés se reciben vacunas, poco se sabe de los cuidados que se deben tener después porque, explica el infectólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Juan Carlos Cataño, las personas son muy obedientes para vacunar a los niños, pero no tanto para tomar las inyecciones ellos mismos.
Con la situación actual de coronavirus y con la vacunación en Colombia cubriendo a la población mayor de 20 años, los cuidados que se deben tener después de recibirlas sigue generando dudas. Estos son algunos consejos de los expertos para mantenerse seguro después de que le apliquen la vacuna.
Medicamentos preventivos
El epidemiólogo y docente de medicina de Areandina, Ángel Muegues Salas, advierte que hay creencias sobre los analgésicos como que se deben tomar antes de la inyección para evitar el malestar de la respuesta inmune, como la fiebre y los dolores de cabeza, pero en general la preocupación médica va más ligada a la automedicación, es decir, que se tomen fármacos indiscriminadamente sin tener ninguna garantía de su necesidad, porque su cuerpo puede generar resistencia o afectar algún órgano. Recuerde, todo medicamento tiene efectos secundarios.
Sin embargo, Cataño sugiere que “ni antes ni después debes consumir antiinflamatorios tipo ibuprofeno, naproxeno o similares”. Antes, porque “puede reducir su capacidad de actuación y atenuar la respuesta inmunitaria de la vacuna”, el sistema inmune, al estar alterado por la pastilla, no detectará correctamente la vacuna y podría perder eficacia en la fabricación de anticuerpos.
Si los síntomas luego de tomar la vacuna persisten puede tomar analgésicos, sugiere Cataño “solamente acetaminofén y la menor cantidad posible”.
Por su parte, Carlos Agudelo, infectólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana, dice que “como cualquier medicamento solo se recomienda que se utilice cuando sea necesario”.
Reposo
Después de recibir la vacuna se debe hacer un descanso inicial entre 15 y 30 minutos en el sitio de vacunación por si hay reacciones espontáneas y fuertes. Cataño advierte que “después de esto hay que tener en cuenta que no se debe ir a hacer ejercicios vigorosos, no tener desplazamientos largos, sino guardar un reposo relativo, lo cual tampoco indica quedarse todo el día acostado en una cama”, porque la inactividad en las piernas puede aumentar el riesgo de trombos.
La sugerencia es que desarrolle su vida normalmente, cocinando, trabajando, realizando actividades cotidianas hasta donde no representen un esfuerzo, pero en caso de fatiga o malestar, descansar.
Muegues resalta que ese reposo no debe ser superior a las 24 horas y que se debe permanecer bajo cierta vigilancia de familiares o de personas encargadas. Ese tiempo es suficiente para que las reacciones y los efectos secundarios desaparezcan o que sean lo suficientemente leves para no afectar la capacidad para desarrollar sus actividades comunes y corrientes, en caso contrario es necesario acudir a un experto.
Si el malestar persiste, le impide realizar actividades cotidianas y no se alivia con fármacos, debe informar al personal médico y las autoridades y seguir sus indicaciones.
Tiempos de inmunidad
Salvo por la Janssen, producida por Johnson & Johnson, que requiere una sola dosis para alcanzar una protección contra enfermedad grave cercana al 90 %, todas las vacunas aprobadas hasta ahora requieren dos.
Cataño cuenta que con la primera “la protección es alrededor del 50 %, ese más del 95 % solo se logra quince días después de aplicada la segunda dosis”.
Así mismo, señala que estos fármacos están diseñadas para proteger contra síntomas fuertes y muerte, pero continúa el riesgo de contagio y todavía persiste la posibilidad, aunque sea menos probable, de presentar síntomas, un 5 % respecto al estado anterior a la vacuna y también queda el riesgo de ser portador, por lo que no se deben omitir las medidas de bioseguridad: la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social.
Síntomas
Tenga en cuenta que después de la aplicación de la vacuna el paciente “puede presentar algunos síntomas generales como fiebre, escalofrío, dolor de cabeza, malestar general”. Explica Cataño que esas son reacciones esperadas y favorables, porque demuestran que el sistema inmune está reaccionando al fármaco.
Agudelo señala que esos síntomas esperados, en formas leves, pueden ser dolor en el sitio de la inyección, desaliento, fatiga, náuseas, dolor de cabeza, garganta, diarrea.
En caso de que estos síntomas sean muy fuertes y no disminuyan con el pasar del tiempo ni con analgésicos, pueden ser razón, sugiere Cataño, para advertir a los especialistas médicos. También pueden serlo “brotes, desvanecimiento, desmayos, dolor de cabeza intenso que no mejora con analgésicos, asfixia, dolor en el pecho y dolor en los miembros inferiores”.
A su vez, Muegues indica que otras llamadas de alerta pueden ser “la presencia de fiebre persistente más allá de doce horas posteriores a la vacunación, el cuadro de una pérdida completa del estado de consciencia, o un estado en el cual la persona presente cansancio, fatiga extrema o manifestaciones gastrointestinales como vómito o diarrea”.
Comorbilidades y medicamentos
Los vacunados deben continuar normalmente con su medicación habitual, ya sea que los tomen por una condición especial o por un tratamiento regular, por ejemplo los anticonceptivos. No hay riesgo de que se afecte la vacuna o el tratamiento, explica Agudelo.
Sin embargo, si debe acudir a exámenes en laboratorio “se podría diferir hasta 72 horas después de aplicada la vacuna”, cuando todos los signos se deben estabilizar, dice Muegues.
Así mismo, las personas con comorbilidades deben evaluar constantemente sus signos, por ejemplo en el caso de hipertensión, la presión arterial puede incrementar, en especial si se presenta fiebre, porque esta puede aumentarla, o con la glicemia en el caso de pacientes diabéticos. Si esto ocurre debe hablar con el médico de cabecera y seguir sus indicaciones.
Lo más importante es mantener la calma, estar atento de las reacciones que tiene su cuerpo y alertar a las autoridades en caso de cualquier eventualidad, así como continuar con las medidas de bioseguridad obligatorias, el tapabocas, el distanciamiento y el lavado de manos.