A que más de una vez le ha saltado un párpado repentinamente, un músculo de la pierna o hasta el labio. Muchos se habrán preguntado de qué se trata el asunto y la respuesta aún no es clara. A pesar de que no es un fenómeno patológico, ni reviste gravedad, esos temblores, también llamados fasciculaciones, son transitorios y ceden espontáneamente.
De acuerdo con la National Library of Medicine, estos movimientos son causados por contracciones musculares menores y con frecuencia pasan inadvertidos. Algunos son comunes y normales, mientras que otros son signos de un trastorno neurológico.
“El músculo funciona por efectos de actividad eléctrica que sale del cerebro, va por la médula y llega a través del nervio al músculo, muchas veces puede haber fenómenos eléctricos anormales, se empieza a contraer el músculo y a brincar solo. Las causas para que eso ocurra pueden ser el apoyo prolongado sobre un nervio motor o también por un fenómeno irritativo en el músculo, que ha sido sometido a mucha actividad, cuando se están liberando muchas sustancias químicas irritantes en el cuerpo puede generar también fasciculaciones”, explica el neurólogo Luis Alfredo Villa.
Las sobredosis de fármacos, la falta de sueño y de nutrientes en la dieta, además de los excesos de cafeína, son otras de las razones para que ocurran las fasciculaciones.
Al respecto, Johana Patricia Valderrama Zuluaga, neuróloga del Hospital Universitario San Vicente Fundación, agrega que los nervios, la ansiedad y el estrés pueden ser otras de las causas de este tipo de movimientos.
“Cuando es nervioso, y la persona está bajo situaciones de estrés, le tiembla el párpado por ejemplo. Si se controla, solo se dan recomendaciones para que esté más relajada, de lo contrario se dan medicamentos para que la persona se calme y no se presente con tanta frecuencia ese movimiento”, concluye Valderrama .