Son ocho los productos que prometen mejor rendimiento, pero que no tienen registro sanitario vigente.
Desde un mal episodio sexual hasta problemas de presión arterial son las consecuencias que puede experimentar una persona que consuma una serie de ocho productos que se comercializan como potenciadores sexuales.
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Estos escenarios podrían derivarse de usar Platinum 10K, Infinity, Infinity 10K, Honey Girl, Hard Steel 300K, Dynamite Male Sexual Enhancement, Diamond Girl Lite y Mega 9K 800000, a los que el Invima define como “fraudulento tipo 4”, pues no tiene registro sanitario y considera que su venta es ilegal.
Según esa autoridad, estos productos, que se venden en internet, contienen ingredientes aprobados para tratar la disfunción eréctil, pero podrían resultar “en interacciones con los nitratos que se encuentran en algunos medicamentos recetados, que pueden reducir considerablemente la presión arterial (flujo de sangre por las venas)” y poner en riesgo la vida.
También agregó que consumirlos en dosis inapropiadas pueden generar dolores de cabeza, enrojecimiento, mareos, indigestión, congestión nasal y trastornos visuales.
Por eso, señaló que “representa un riesgo para los consumidores”, pues “se desconoce su contenido real, trazabilidad, condiciones de almacenamiento y transporte”.
El Invima hizo un llamado a quienes usen el producto para que lo suspendan y que informen a las autoridades de salud dónde lo venden y pidió que los programas de farmacovigilancia hagan una búsqueda activa para la detección de reacciones adversas que involucren estos productos.
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