Las denuncias de comerciantes, ganaderos y transportadores de la zona rural de Labranzagrande, Boyacá, sobre las extorsiones de las que venían siendo víctimas por parte del ELN, llevaron a que el Ejército se desplazara a la zona donde se inició un combate que terminó con el rescate de dos menores de edad que habían sido reclutados por ese grupo armado ilegal.
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Según las Fuerzas Militares, al llegar a la vereda Guayabal, los criminales abrieron fuego contra las tropas, lo que provocó el combate. Sin embargo, cuando los insurgentes se vieron superados, decidieron huir. En el acto, los dos menores, de 13 y 16 años, además de una mujer, fueron abandonados a su suerte.
Añade la institución castrense que estos habían sido reclutados de manera forzada, obligados a usar prendas de uso privativo de la Fuerza Pública, sometidos a entrenamiento guerrillero y finalmente obligados a disparar y atacar a los miembros de la Fuerza Pública.