Al confirmarse que la plenaria de la Cámara aprobó la reforma a la salud, el primero en alzar sus brazos en símbolo de victoria en las instalaciones de esa corporación fue el representante Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico. Este licenciado en Educación Popular y líder sindical se abrazó con el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, y celebró con euforia el avance del polémico proyecto del que fue coordinador ponente y el principal vocero del Gobierno para lograr su aprobación.
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Mondragón no tiene experticia ni formación profesional en temas de la salud y aún así el presidente Gustavo Petro lo eligió como el principal responsable del proyecto que busca hacerle una transformación profunda al sistema de salud colombiano. Y aunque el proyecto se aprobó en sus dos primeros debates, el parlamentario dejó en evidencia que no solo desconoce el sistema, sino también los pilares del proyecto.
Es más político que técnico
Los argumentos de Mondragón para defender el proyecto reformista flaquearon en una entrevista que dio en Blu Radio, donde dejó claro que la reforma que ayudó a aprobar en la Cámara –y que ahora irá al Senado– genera una incertidumbre financiera y logística para su puesta en marcha y reconoció que ni siquiera tiene claros sus costos estimados.
Aunque es el abanderado del oficialismo, a este representante del petrismo le hace falta preparación para hablar con autoridad del modelo de salud. Mondragón fue consultado sobre las capacidades y costos para implementar el nuevo sistema que se propone, pero dio más argumentos políticos que técnicos.
Al ser cuestionado sobre los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), el parlamentario señaló que no tiene claridad de cuántos CAPS habrá en el territorio nacional ni cuántos médicos los integrarán para garantizar las 1,2 millones de atenciones en salud que se hacen diariamente en el país. “En lo que se ha planteado no queda esa cifra (de CAPS) en la reforma (...) En una ley no se define el número (de CAPS y médicos) porque por la realidad geográfica del país, no se puede establecer un número de profesionales definidos”, dijo Mondragón.
Pero el ministro Jaramillo lo contradijo al asegurar en una entrevista este miércoles que se necesitarán “2.500 CAPS y una buena parte de ellos ya existe” al referirse a la actual infraestructura en salud que se podrá transformar.
El congresista también flaqueó al hablar sobre los costos que implicaría implementar la reforma. Al respecto se refirió al documento de proyecciones de factibilidad del Ministerio de Hacienda y señaló que la reforma costará “$65 billones en 10 años”, pero tuvo una salida en falso al estimar que serían $6 billones al año, pese a que el documento oficial proyecta que serían $926.000 millones solo en el primer año.
“La reforma no tiene concepto de impacto fiscal. El documento que presentaron es de proyecciones de factibilidad y reconoce que hay muchos temas en los que no se pueden hacer cálculos fiables porque no tienen información suficiente. Mondragón como coordinador ponente patinó en sus argumentos y demostró que la reforma se votó y aprobó a ciegas en la Cámara”, le aseguró a este diario el representante Andrés Forero, del Centro Democrático.
Tras titubear frente a los costos y capacidades, Mondragón se escudó en que ahora el tema lo resolverá el Senado. “Ese documento toca que desmenuzarlo mucho más en el debate del Senado porque hay que hacerle precisiones”, señaló el congresista.
Eso sí, Mondragón insistió en sus argumentos contra las EPS, a las que les reprochó que al año se interpongan más de 100.000 acciones de tutela por atención, pese a que estas representan un 0,025% frente a las 432 millones de atenciones en salud que se estima que se brindan anualmente. Además, fue impreciso al hablar de su funcionamiento. “Las EPS no atienden a la población, solo son intermediarios financieros y administrativos”, dijo.
En un minuto: “Esta reforma es un salto al vacío”: representante opositor Andrés Forero
¿Cuál es su balance luego de la aprobación de la reforma a la salud?
“En el Centro Democrático tenemos la conciencia tranquila, creemos que hicimos todo lo humanamente posible para que este proyecto, que consideramos que es inconveniente y que va a implicar un retroceso en materia de salud para los colombianos, no fuera aprobado. En segundo lugar, el Gobierno está celebrando, pero siento yo que esta es una victoria pírrica porque realmente el costo que han tenido que asumir es muy alto en términos políticos”.
¿Le inquieta que, tal y como lo demostró Mondragón, no haya certeza del impacto fiscal del proyecto?
“Claro. Me parece un despropósito que la Cámara haya aprobado un texto sobre el que no hay claridades fiscales. Insistí durante todo el trámite en que tenían que presentar un documento del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, pero finalmente presentaron un documento de proyecciones de factibilidad después de que ya habían sido aprobados prácticamente el 70% del total de los artículos”.
¿Cómo explicarle a los ciudadanos el riesgo de no tener esta claridad fiscal?
“Cuando un ciudadano emprende un proyecto como la compra de una casa, un carro o la construcción de una vivienda, se necesita calcular detalladamente cuánto costará ese proyecto. En este caso estamos hablando de la salud de 50 millones de colombianos y de 1,2 millones de atenciones en salud diarias que estarían en riesgo porque el Gobierno no tiene certeza de cuánto costará el ambicioso proyecto que quiere poner en marcha. Sin duda estamos hablando de un salto al vacío”.
Paréntesis: Estos son los 88 representantes que aprobaron la reforma en la Cámara
La polémica reforma a la salud avanzó en segundo debate en la plenaria de la Cámara con el voto por el “sí” de parte de los siguientes representantes: Por el Partido Liberal: Andrés Calle, Elizabeth Jay-Pang, Carlos Ardila, Diego Patiño, María Eugenia Lopera (Antioquia), Karime Cotes, Olga Beatriz González, Sandra Aristizábal, Germán Rozo, Gilma Díaz, Karina Bocanegra, Flora Perdomo, Dolcey Torres, Silvio Carrasquilla, Álvaro Monedero, Leonardo Gallego, Aníbal Hoyos, Carlos Felipe Quintero, Héctor Chaparro, Kelyn González, Jesmi Barraza y Hugo Archila.
Por el Partido de la U: Wilmer Carrillo, Milene Jarava, Ana Paola García, Alexander Guarín, Teresa Enríquez, Diego Caicedo, Jorge Eliécer Salazar, Juan David López, Jorge Eliécer Tamayo, Camilo Ávila, Álvaro Londoño y Astrid Sánchez; por la Alianza Verde: Olga Lucía Velásquez, Liliana Rodríguez, Jaime Salamanca, Juan Camilo Londoño (Antioquia), Martha Alfonso y Santiago Osorio.
Por el Pacto Histórico: Leyla Rincón, Andrés Cancimance, Ingrid Aguirre, Alejandro Toro Antioquia), Jorge Bastidas, Agmeth Escaf, Edward Sarmiento, Gabriel Parrado, Alexandra Vazquez, Carmen Ramírez, Erik Velasco, Mary Perdomo, Pedro Suárez, José Alberto Tejada, Alfredo Mondragón, David Racero, Cristóbal Caicedo, Gabriel Becerra, Alirio Uribe, Héraclito Lándinez, Támara Argote, Ermes Pete, María Fernanda Carrascal, Susana Gómez (Antioquia), Gloria Arizabaleta, Alejandro Ocampo, Dorina Hernández y Norman Bañol.
Por el Partido Comunes: Carlos Alberto Carreño, Germán Gómez, Pedro Baracutao, Luis Alberto Albán y Jairo Cala; por Gente en Movimiento Wilder escobar; por el Partido Demócrata Ana Rogelia Monsalve; por Colombia Renaciente Jorge Cerchiaro; y por las curules de paz: John Jairo González (Antioquia), Diógenes Quintero, Haver Rincón, Juan Carlos Vargas (Antioquia), Juan Pablo Salazar, Gerson Montaño, William Aljure, Luis Ramiro Ricardo, Orlando Castilla, Karen Manrique, Leonor Palencia y John Fredy Valencia.