Después de una semana sin que el presidente Gustavo Petro apareciera en algún acto público y tras una serie de excusas diversas que dieron sus ministros para justificar la ausencia del Jefe de Estado, el primer mandatario apareció ayer con un moretón en la rodilla y con la explicación de que una caída en Cartagena le habría impedido cumplir su agenda del martes en Chocó.
Allí, en Quibdó, en medio de un amplio auditorio su ministro de Tecnología de la Información y las Comunicaciones TIC, Mauricio Lizcano había asegurado que el presidente no asistía a la firma del acuerdo de “Conectividad para cambiar vidas”, porque “en este momento estamos en un conflicto entre Palestina e Israel y el presidente tuvo que quedarse en Bogotá resolviendo algunos asuntos de relaciones internacionales que seguramente se van a enterar más tarde en los medios de comunicación”.
Sin embargo, otra era la explicación que desde otro punto del país, en Bogotá, daba su ministro del Interior Luis Fernando Velasco. En diálogo con Blu Radio, dijo sentirse extrañado de que se dijera que el presidente no aparecía en agenda pública.
“Estuve con él esta semana en dos reuniones (...) está perfecto de salud. Tuvimos una reunión de 4 horas en el consejo de seguridad y después en consejo de ministros y estuvo hasta las 10:00 de la noche”, en alusión a la agenda que tuvo Petro el lunes festivo, día en el que se habría caído en Cartagena en las horas de la mañana, según la misma explicación que entregó Petro en su cuenta X (antes Twitter).
Velasco aseguró que el presidente estaba metido de lleno en la construcción de los protocolos de paz tras la firma de un cese bilateral con las disidencias del Estado Mayor Central.
“No soy el funcionario responsable de la agenda del presidente, pero entiendo que hay unas decisiones que se están tomando particularmente en los temas de los acuerdos de cese al fuego que le ha tomado más tiempo del necesario (...) Puede ser eso, pero quien tiene el manejo de eso es más Presidencia”, precisó Velasco.
Sin agenda pública
Justamente por la ausencia de más de una semana del presidente Petro, del que solo se supo de él a través de los múltiples mensajes en sus redes sociales sobre el conflicto entre Israel y Palestina, este diario buscó respuestas a través de diferentes canales y personas encargadas de prensa de la Presidencia para establecer qué tipo de agenda tenía el presidente, pues desde la semana anterior en Casa de Nariño no comparten en los grupos de prensa la programación de las actividades que debe cumplir el mandatario.
Inclusive, se indagó con María Paula Fonseca, secretaria de Comunicaciones y Prensa de la Presidencia, pero tampoco hubo respuesta. La misma consulta se elevó al Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), organismo encargado de prestar apoyo administrativo al presidente, pero el silencio persistió.
“Las comunicaciones en Palacio están terribles”, le admitió una fuente a EL COLOMBIANO, quien hace parte del alto gobierno.
En la agenda del presidente figuraba la semana pasada que asistiría a un evento programado en la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, en el que hablaría de las problemáticas de la zona y sus gestiones alrededor de la capital del país. Sin embargo, no asistió y ayer martes, a través de su cuenta en X, la Presidencia informó que Petro retomará su agenda pública y asistirá a Bosa, cosa que ocurrió al filo de la tarde de este miércoles.
Las ausencias de Petro en el año de gobierno han sido reiterativas. De hecho, se han contabilizado unas 100 a lo largo de su mandato y las explicaciones sobre las mismas muchas veces han sido objeto de contradicciones por parte del equipo que rodea al mandatario.
Así ocurrió en su viaje a Brasil cuando el itinerario de regreso al país se vio suspendido por más de 12 horas. En un momento se dijo que había sido por condiciones climáticas, pero al final el argumento no fue muy convincente por cuanto las verificaciones sobre las condiciones climáticas no arrojaron esa conclusión.
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Al ministro Velasco también le ha tocado salir a decir que el presidente se encuentra bien de salud, especialmente, cuando desde distintos sectores políticos y empresariales han solicitado una valoración del estado de salud física y mental, ante las constantes cancelaciones de la agenda, tal como ocurrió en agosto pasado cuando no asistió al congreso de la Andi.
“Es importante conocer el estado de salud del presidente, no es normal y preocupa la causa por la cual no puede cumplir su agenda. Hay que tener claridad con el país y si tiene algún problema de salud, se debe conocer”, señaló entonces la representante Carolina Arbeláez.
Velasco respondió en ese momento que el presidente “estaba bien, no está loco, está gobernando y dando resultados”.
Las excusas, en todo caso, se van agotando o van perdiendo credibilidad. A comienzos de octubre, el mismo Petro justificó su tardanza a un acto de ascenso de la Policía diciendo que estaba tomando decisiones que “darán mucho de qué hablar, en donde en cierta forma me jugaré buena parte de la existencia de mi gobierno (...) ya verán ustedes lo que eso significa”. Pero nada extraordinario ocurrió, ni siquiera el anunciado revolcón ministerial del que tanto se rumoró hace dos semanas.