El regreso a Colombia del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso después de pasar más de 15 años en una cárcel de Estados Unidos pagando una condena por narcotráfico, reabre en el país muchas discusiones sobre la historia del conflicto armado en el país.
Según la información oficial, el avión que trae a Mancuso y a 90 deportados debe despegar de la ciudad de Atlanta y se espera que aterrice en el aeropuerto militar de Catam alrededor de las 3 de la tarde.
En Colombia lo esperan hombres de la Dijín de la Policía Nacional, de Migración Colombia y de la Interpol, quienes tendrán a cargo su movilización y seguridad para ser trasladado a un centro penitenciario, lo más seguro es que se trate de la cárcel La Picota, en Bogotá.
En noviembre del año pasado Mancuso fue aceptado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como “incorporado material y funcional” de la Fuerza Pública, lo que significa que este tribunal especial consideró que el ex comandante paramilitar actúo de manera sistemática y coordinada con las autoridades militares colombianas y no solo de manera ocasional.
Según la información reseñada por la JEP, Mancuso tendrá que responder por 17 requerimientos de casos denunciados, principalmente, en Bogotá y Barranquilla. Y desde el anuncio del regreso se han generado múltiples reacciones desde distintas orillas políticas.
Mancuso ha sido señalado por su responsabilidad, como comandante de las AUC, en más de 42.4 mil hechos que dejaron 59 mil víctimas. Más de 24 mil de los casos fueron formulados ante magistrados de control de garantías en Bogotá como parte de un proceso de descongestión judicial.
El exparamilitar también deberá responder por requerimientos pendientes en la Fiscalía General de la Nación y la Jurisdicción de Justicia y Paz, ante lo que la defensa legal de Mancuso intrepuso una tutela pidiendo que sesos proceso sean trasladados a la JEP.
El congresista del partido Alianza Verde, por su parte, dijo que a par de que Mancuso ya ha contado muchos de su participación en el conflicto armado, sobre todo sobre la parapolítica, las relaciones con las Fuerzas Armadas y la creación de frentes paramilitares por parte del Estado, le falta hablar más de la paraeconomía.
Le puede interesar: Esto dijo Mancuso sobre la magistrada de Justicia y Paz que le negó libertad condicional
Ávila también cree que como existe la posibilidad que el tiempo de cárcel pagado por Mancuso en Estados Unidos sea condonado de sus procesos en Colombia y al ser nombrado como gestor de paz por el Gobierno, pura quedar en libertad lo generaría “un debate político” porque algunas personas piensan que le faltan cosas por decir y debe pagar por otros delitos.
“Ya contó muchas cosas, pero la Fiscalía no las investigó. Ahora con su llegada podría ayudar en el desmantelamiento de organizaciones como el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), pero ahora mismo no hay un marco jurídico para acoger a estas organizaciones criminales”, explicó el congresista.
Por último, Ávila señaló que quienes “tienen que temblar con el regreso de Mancuso son los socios paramilitares”, por lo que considera que es bueno que venga a “terminar de contar la verdad”.
Otro de los que se manifestó sobre el regreso de Mancuso fue el expresidente Ernesto Samper, quien dijo que esto debe ser visto como un camino para completar la verdad para las víctimas.
Leer más: Aplazan declaratoria de Mancuso en proceso contra Álvaro Uribe, ¿por qué?
“No hay que tenerle miedo al regreso de Mancuso a Colombia. Al contrario, el testimonio de los paramilitares es indispensable para completar la verdad que exigen las víctimas sobre el conflicto, que forma parte de la justicia transicional y permitirá a la JEP acelerar su trabajo”, escribió el exmandatario en sus redes sociales.
Algunos miembros de la oposición, como la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, ya han manifestado sus críticas al regreso del exjefe paramilitar. Hace unos días, la congresista dio a entender que el actual Gobierno quería traer a Mancuso para “darle impunidad” y para “perseguir al expresidente Álvaro Uribe”.
El mismo Uribe ha calificado a Mancuso de mentiroso, acusándolo de cambiar sus versiones sobre una supuesta relación entre los dos. Dice el expresidente que en otras ocasiones el desmovilizado había asegurado que habían tenido relación, pero en recientes declaraciones a la JEP. Mancuso señaló que se había reunido con Uribe y algunos altos mandos de las Fuerzas Militares.
“Tendrá que probarme que pasó de la calle, que conversó conmigo, cuando siempre dijo lo contrario. Sobre la reunión negada por el propio Coronel Suárez, el bandido respondió a una pregunta ante fiscales que no hablamos de paramilitarismo en Antioquia. Dos razones le mandé: extradición y denuncias penales, aquí y en USA”, escribió Uribe en respuesta a una supuesta reunión en la finca El Ubérrimo, del expresidente, con miembros de la Policía.
Algunos de los afectados por las acciones criminales de Mancuso también se manifestaron sobre su regreso a Colombia. Uno de los representantes de las víctimas de la población de Juan Frío, en el municipio de Villa del Rosario (Norte de Santander), en donde a finales de septiembre del año 2000, un grupo de 30 paramilitares mataron a seis personas y donde ese grupo armado construyó unos hornos para cremar personas, dijo que esta es una oportunidad para acercarse a la verdad.
El líder de las víctimas dijo, en diálogo con Caracol radio y bajo reserva de su identidad, que tienen una gran expectativa porque en una reunión virtual que sostuvieron el año pasado con Mancuso este les manifestó su intención de “hablar y decir toda la verdad para averiguar dónde están nuestros seres queridos”.
