Luz Adriana Camargo tomó juramento ante el presidente Gustavo Petro y se convirtió en la nueva fiscal general de la nación. La funcionaria aseguró que su gestión será prenda de garantía, independencia y respeto por la separación de poderes.
“Debo reconocer que jamás imaginé que este camino me trajera acá: el día de mi posesión en la máxima dignidad del ente acusador de mi país. Vuelvo con la convicción de que el trabajo duro por Colombia vale la pena”, señaló la fiscal en posesión, Luz Adriana Camargo.
La elección del reemplazo del exfiscal Francisco Barbosa tuvo en el medio varios aplazamientos y, en uno de los conclaves de la Corte, los magistrados tuvieron que vivir un intento de asonada por parte de simpatizantes de gobierno que pedían meterle el acelerador a la elección de la cabeza del ente acusador.
La nueva fiscal reconoció que el proceso fue duro y aseguró que su institución será independiente y respetuosa de las demás instituciones.
“Pueden estar seguros de que seré una fiscal independiente e imparcial. Mi principal compromiso es con la separación respetuosa de poderes, la colaboración armónica entre ellos y la aplicación de la ley en condiciones de igualdad”, añadió la nueva fiscal.
La ceremonia, que estaba prevista para las 7:00 de la noche, inició una hora después debido a un retraso en el itinerario del presidente Gustavo Petro. El jefe de Estado estaba en Cartagena, donde esperaba reunirse con varios alcaldes y gobernadores de la región, pero canceló el evento luego de la poca asistencia de los mandatarios locales.
La nueva líder del ente acusador prometió fortalecer la investigación criminal para desmantelar las organizaciones ilegales, reforzar la atención a las víctimas y el restablecimiento de sus derechos y contribuir en la descongestión de los procesos activos que en el país ya alcanza la cifra cercana a los 3 millones.
En los próximos cuatro años (dos del Gobierno Petro) Camargo dará línea general sobre la investigación de los casos de corrupción y crimen más importantes del país.
Sin duda, algunos de ellos, que tendrán la lupa puesta en su administración, son los que vinculan indirectamente al presidente. Y no son pocos. La Fiscalía anterior inició la investigación contra su hijo Nicolás Petro por enriquecimiento ilícito porque se habría quedado con 800 millones que debían llegar a la campaña presidencial.
De otro lado, está la investigación adelantada es la del gerente de campaña, Ricardo Roa, que, según pudo conocer EL COLOMBIANO, se encuentra a punto de una imputación por gastos no reportados a Cuentas Claras que involucran los aportes de Fecode por alrededor de 500 millones de pesos, y los gastos de los viajes de la cuestionada empresa.
El presidente Petro, por su parte, le solicitó a la nueva fiscal trabajar en conjunto en una reforma a la justicia y en una lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
