Ya son más de 80 las veces que el presidente Gustavo Petro ha dejado plantados a empresarios, líderes sociales, mandatarios extranjeros, militares, congresistas, magistrados, alcaldes, entre otros; y nadie sabe a ciencia cierta a qué se debe, pero se cree que no está bien de salud y un grupo de congresistas propuso que se elija a tres especialistas que lo evalúen.
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A lo largo del año se han dado escasas explicaciones sobre sus ausencias. Desde Palacio se llegó a informar que se debían a dolores de estómago, en otro par de ocasiones dijeron que sospechas de covid y también le diagnosticaron una bronquitis aguda, pero ahora el tema parece un secreto de Estado porque ya nadie da respuesta desde la Casa de Nariño.
Pocos se atreven a dar un diagnóstico u opinión sobre la salud del primer mandatario, pero quien no tuvo problema en hacerlo fue Íngrid Betancourt. La exsenadora sugirió en una entrevista con la revista Semana que el presidente tiene problemas “depresivos o de adicción” y no es la primera vez que lo dice, pues en un debate presidencial en 2022, ella le enrostró que en su época de agregado diplomático en Bruselas lo visitó y lo vio “en una gran depresión, tirado en el piso, sin poder moverse”. El mandatario le respondió ayer en X (antes Twitter) a Betancourt diciéndole que es una “mala persona” a la que le gustaría no haber conocido y de la que solo recibe calumnias.
Este domingo, Petro ya se había referido a la supuesta adicción en una entrevista en Cambio, donde le consultaron sobre el audio en el que Armando Benedetti lo señaló de tener problemas con la droga. Petro aseguró que Benedetti tenía un sentimiento de celos porque personas como Laura Sarabia y Roy Barreras tenían más poder que él como embajador en Venezuela y se refirió al posible estado de embriaguez del exdiplomático al grabar el audio. “Yo le he pedido que se cuide mentalmente. ¿Que estuviera borracho? No sabemos, él se nota que está alterado”, dijo el mandatario.
Más allá de esa discusión sobre una supuesta adicción, la pregunta que ha surgido es si el jefe de Estado tiene alguna enfermedad de base, especialmente después de que la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, informó que Petro no asistió la semana pasada a una reunión con los gobernadores del Pacífico para hablar sobre el recrudecimiento de la violencia, debido a que tuvo un quebranto de salud.
“El señor Presidente, a quien deseamos su pronta recuperación, seguía con quebrantos de salud. Fuimos atendidos por el director del Dapre, por los ministros del Interior y de Defensa y por la consejera de regiones”, aseguró el jueves la gobernadora Roldán desde la Casa de Nariño.
En la entrevista con el medio citado, el mandatario también se refirió a al reiterado ausentismo de sus compromisos públicos y argumentó que ese es uno de los problemas que ocasiona que “extraños te hacen tu agenda” porque, según él, lo han saturado de eventos y eso lo ha agotado.
“En las giras internacionales los equipos empiezan a organizar como si uno no durmiera. A exprimir al máximo esas oportunidades que no se repiten. Al principio eran sábados, domingos y hay un momento en que uno dice no más. Necesito mis equilibrios, el cansancio permanente es un mal consejero. Si usted se excede, pues no va a pensar bien, va a cometer errores y en este caso yo no puedo darme el lujo de cometer muchos errores”, apuntó el presidente.
¿Al fin qué? Son problemas de agenda, como dice Petro. O son enfermedades, como en algún momento dijeron en Palacio. ¿Alguien en Casa de Nariño le ha mentido a la opinión?
Petro se niega a rendir cuentas
El mandatario dejó claro en su entrevista con Cambio que no tiene pensado revelarle al país cuáles enfermedades lo aquejan. Al respecto defendió que no quiere repetir lo que le pasó en abril de 2020, siendo senador, al revelarle a la opinión pública el diagnóstico que le hicieron en Cuba de un carcinoma en la boca del estómago, por el que considera que lo tildaron de mentiroso.
“Toda esa experiencia me disgustó porque era como si yo mintiera sobre mi estado de salud. ¿Por qué tengo que estar vigilado? (Álvaro) Uribe se iba para su finca, todos lo supimos. No todo lo que pasara ahí, conversara o hiciera era de conocimiento público”, expuso el mandatario.
Petro además planteó que la prensa “lo vigila de una manera diferente” porque es de izquierda, pero no es el único presidente al que le han pedido respuestas sobre su estado de salud. Por ejemplo, a Juan Manuel Santos diferentes sectores le pidieron explicaciones claras sobre su estado de salud y él respondió rindiendo cuentas sobre un tratamiento de cáncer de próstata.
¿Petro se contradice?
En cuanto a los supuestos trastornos mentales que lo aquejarían, Petro fue categórico en señalar que no sufre de depresión. “No, yo no tengo. Eso nunca ha estado en mi existencia”, dijo el jefe de Estado y agregó que la versión de Betancourt sobre el episodio en Bélgica no es más que un “chisme”.
En este asunto de la depresión el mandatario se contradijo, pues ese fue uno de los problemas de salud de los que habló en su biografía “Una vida muchas vidas”, que se publicó en 2021, en la que reveló que vivir en el exilio lo afectó anímica y mentalmente, y le hizo sentir que estaba solo. “Con el tiempo comencé a dejar de lado esa soledad, que hoy podría llamarse depresión”, dijo Petro en su libro.
Además, planteó que su paso por la cárcel La Modelo le provocó ansiedad y depresión. Por cuenta de ese episodio que marcó su vida tras ser capturado y torturado, por pertenecer al M-19, detalló que se le estaba cayendo el cabello “a manotadas y comencé a sufrir unas migrañas espantosas que arrancaban en las muelas y me subían por la cabeza”.
Y aunque se negó a detallar sobre sus otros problemas de salud, hay pistas de ello en los registros oficiales que han quedado tras su paso por cargos públicos y especialmente en los archivos del Senado. Siendo congresista presentó incapacidades por dolor de rodilla, bronquitis. Además, cuando fue alcalde de Bogotá, lo operaron de un hematoma subdural que le causaba migraña y en 2016 lo hospitalizaron por una úlcera en su estómago.
La ley no lo obliga a dar respuesta, aunque sea un tema de interés público al tratarse del jefe de Estado. Y además de negarse a dar explicaciones, Petro dejó claro que no tiene problema en esconderse de la opinión pública: “también puedo hacerlo (...) Toda una vida dedicada a eso”, respondió entre risas.