Si las promesas políticas se mantienen, Gustavo Petro está a horas de poner a un contralor afín a su gobierno en el despacho encargado de hacer veeduría a la contratación del Estado y que maneja un presupuesto de $1,2 billones de pesos y tiene a disposición 4.057 puestos
El Presidente consiguió que casi todos los partidos le dieran el sí a Carlos Hernán Rodríguez, el candidato favorito del Pacto Histórico, para asumir esa entidad durante los próximos cuatro años.
Los números son claros y alrededor de 242 de los 296 escaños del Congreso votarían por Rodríguez, salvo las 27 curules de Cambio Radical y las que hasta el cierre de esta edición se mantenían indecisas.
En sumas simples, la coalición del Pacto (52 congresistas) y los partidos Conservador (40), Liberal (46), La U (25), Alianza Verde (22), Mira (3), Comunes (10) y los 16 de las curules de paz se quedarían con Rodríguez.
Inclusive, hasta la oposición del Centro Democrático (28) decantó su voto por el vallecaucano que hizo una carrera silenciosa por la Contraloría, mientras su contrincante María Fernanda Rangel se quedaba con los titulares de los medios sosteniendo reuniones públicas con los líderes de los partidos.
Mientras el candidato del gobierno llega a la elección con una mayoría que promete ser aplastante, sigue sin definirse qué pasará con el voto de los que guardaron silencio hasta el último momento, pero que ya no tienen poder de mover la elección.
Esos son la Liga de Gobernantes Anticorrupción (4 asientos), Colombia Justa Libres (1 silla en el Senado y 4 en Cámara en alianza con otros movimientos) y otros minoritarios como los exintegrantes de Verde Oxígeno, Humberto de la Calle y Daniel Carvalho, quienes aseguraron que votarán de forma “independiente”. El resto de sillas del Congreso corresponde a grupos minoritarios.
En política nada es seguro hasta que se efectúe la votación definitiva que tendrá lugar este jueves desde las 9 a.m. en el Salón Elíptico del Capitolio y con el Congreso en pleno para definir al sucesor de Carlos Felipe ‘Pipe’ Córdoba.
Hasta los hechos de las últimas horas del miércoles demostraron que todo puede cambiar, porque las cuentas indicaban que sería María Fernanda Rangel la elegida.
Y es que el Conservador, La U, el Liberal y Cambio Radical habían firmado un documento que daba los votos de esas bancadas a la actual funcionaria de la Contraloría.
Es más, en los pasillos del Centro Democrático se rumoraba que sería ella la que tendría el respaldo de esos 28 congresistas del uribismo para no darle votos al candidato de Petro; mientras que en la coalición Alianza Verde Centro Esperanza los asientos estaban divididos entre Rodríguez y Rangel.
Las citas del cambio
Las reuniones de último momento, y la burocracia tanto de la Contraloría como de otras entidades, fueron las que cambiaron por completo el panorama de la elección. El sábado Carlos Hernán Rodríguez visitó al expresidente y líder del Partido Liberal, César Gaviria, en su casa en Bogotá para, en teoría, presentarle su hoja de vida.
A la cita asistieron dos emisarios de la bancada roja, uno de la Cámara y otro del Senado, y desde entonces se redireccionó el voto de ese partido. Sin embargo, apenas lo anunciaron en la tarde del miércoles.
Un relato similar ocurrió en las filas del Conservador, la colectividad en la que su presidente, Carlos Andrés Trujillo, también había estampado una firma a favor de Rangel.
En medio de las llamadas de emisarios del Pacto Histórico a ese grupo el gobierno lograba arañar votos, mas no mover la masa hacia su candidato, hasta que las filas petristas que el mismo Trujillo lidera fueron las que cambiaron el voto.
En la Alianza Verde la decisión fue más tardía porque la reunión para finiquitar la decisión se dio en la tarde del miércoles. La democracia de las mayorías llevó a que anunciaran su respaldo a Rodríguez.
Y en las filas del Partido de ‘la U’ fueron los congresistas quienes redireccionaron el apoyo que la presidenta de la colectividad, Dilian Francisca Toro, había prometido desde julio y de manera personal para Rangel.
Todo comenzó el miércoles de la semana anterior, cuando se celebró una reunión entre los congresistas de La U que querían a Rodríguez en el cargo. Esos legisladores, encabezados por el senador Antonio Correa, se volvieron a citar ayer miércoles para un almuerzo cerca al Capitolio que terminó cambiando el voto de la colectividad.
El cantado triunfo del candidato del gobierno sucede tras dos días en los que el presidente Petro canceló su agenda pública y se dedicó a la milimetría política. Y burocrática. En medio de las conversaciones fue determinante el rol del ministro del Interior, Alfonso Prada, aunque sus voceros dijeron que no se pronunciará todavía sobre este tema.
Entre tanto, el presidente del Senado, Roy Barreras, la otra mano que movió las fichas que tienen a Rodríguez con un pie en la Contraloría, defendió la elección bajo el pretexto de que este candidato tuvo el puntaje más alto en la evaluación de conocimiento.
Con todas esas movidas, Petro consigue lo que antes le criticó a sus antecesores: tener a una ficha suya manejando los 4.057 cargos y los $1,2 billones que tiene la Contraloría .