Esta semana partidos que son aliados estratégicos del Gobierno en el Congreso como el Conservador y el Liberal tuvieron fuertes discusiones internas con un ruido de fondo de incertidumbre por las ambiciosas reformas que tratará de tramitar el presidente Gustavo Petro en los próximos días, empezando por la de salud, que está previsto que se radique el lunes.
En el caso de los godos, el pasado miércoles estalló un intentó de rebelión contra el senador Carlos Andrés Trujillo, a quien congresistas y altos directivos conservadores cuestionan por su aparente posición ‘servil’ a los intereses del Gobierno Petro, y entre las críticas se mencionó la poca certeza que hay en torno al contenido de fondo de las reformas que el Jefe de Estado quiere hacerle al sistema de salud, pensional y laboral.
Mientras tanto, en las toldas del liberalismo el que asumió los cuestionamientos fue su saliente director, César Gaviria, quien advirtió a los congresistas liberales que la propuesta de reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho sería adversa para el país, por lo que pidió “no votar a ciegas” las reformas petristas.
Esta conflictiva situación política dejó en evidencia que las reformas sociales por las que Petro pidió a sus seguidores volcarse a las calles el 14 de febrero a manifestar su “apoyo popular” no terminan de convencer y han puesto a titubear incluso a dos de sus aliados más claves en el Congreso.
Se enredan votos del Gobierno
En la Casa de Nariño el Presidente y su ministro del Interior, Alfonso Prada, están en la tarea de agarrar sus calculadoras para hacer las cuentas del respaldo virtual con el que contarían en el Congreso, ya que mientras iniciaban las sesiones extra que Petro citó vía decreto fue creciendo un manto de dudas frente a las reformas que no es exclusivo de liberales y conservadores.
Este diario consultó a voces de diferentes bancadas y corrobó que hay un escepticismo latente que a la fecha impide que algunos partidos tengan una posición clara frente a las reformas de Petro, por lo que en este momento predomina la indecisión a la hora de votar esas iniciativas. El Gobierno, por su parte, emprendió ‘retiros espirituales’ para tratar de acabar con esas dudas y convencer a sus aliados.
Uno de los asuntos que más puso en duda los apoyos a Petro en el Legislativo fue el conflicto interno de los conservadores, en el que se dejó claro que a pesar de ser partido de la coalición de gobierno, se contempla la posibilidad de no respaldar la reforma a la salud si no se hacen la claridades necesarias. Esta es una situación delicada para el Gobierno porque los godos tienen 33 votos en Cámara y 13 en Senado.
A esta indecisión se le sumarían las 26 curules que los liberales tienen en Cámara y 13 en el Senado, que todavía no está claro que respalden a Petro por las dudas que expuso su máximo jefe; y a este grupo de indecisos se suma el Partido de la U, que tiene 10 votos en Senado y 16 en Cámara y cuya directora, Dilian Francisca Toro, aseguró que la reforma la salud debe “construir sobre lo construido” sin poner la salud en juego.
Entretanto, en la lista de la Alianza Verde - Centro Esperanza (13 senadores y 17 representantes) predomina una posición distante hasta tanto no se conozcan más detalles de las reformas y en medio está la reforma política que los puso a pelear con el petrismo; mientras que en Cambio Radical (11 senadores y 18 representantes) predomina el descontento frente a las reformas y aseguran que el Gobierno no los ha buscado para ofrecerles un ‘retiro’ para informarlos.
Del lado del Gobierno están fijos los 20 votos del Senado y 27 de la Cámara del Pacto Histórico y los 10 que tiene el partido Comunes –antes Farc– en ambas corporaciones, mientras que los que tienen claro que no respaldarán estos proyectos reformistas son los integrantes del Centro Democrático, quienes tienen 13 votos en Senado y 16 en Cámara.
Así las cosas, a la fecha el Gobierno tendría el virtual respaldo de solo 28 senadores, 17 en contra y 61 indecisos, por lo menos hasta que dé más tranquilidad de sus reformas, mientras que en la Cámara contaría con 37 representantes fijos, 17 en contra y 134 todavía siguen sin definir su postura al respecto.
Un representante le dio ‘aire’ a Trujillo en el Conservador
Una de las disputas que quedó abierta y que le interesa al Gobierno fue la que se registró en el Partido Conservador, donde un ala que respalda a Efraín Cepeda pidió la salida de Carlos Andrés Trujillo de la Dirección.
En esta rencilla se registró un particular movimiento que desequilibró las cargas para Cepeda y que le fue útil a Trujillo, pues el representante a la Cámara y miembro del Directorio Conservador, Héctor Mauricio Cuellar, primero firmó (el 7 de febrero) la carta que respaldaba la nueva dirección a cargo de Cepeda y luego firmó (el 8 de febrero) la que pidió mantener como director al político antioqueño. El cambio de decisión de Cuellar dejó las cargas empatadas con 9 votos para cada uno y se espera que el próximo 15 de febrero se tome una decisión definitiva.