El próximo 25 de octubre no solo se definirán quienes serán los próximos gobernantes territoriales del país, también buena parte de la composición del partidor de cara a la carrera presidencial de 2018 dependerá del equilibrio de fuerzas que resulte del reacomodamiento del poder regional.
La irrupción del Centro Democrático en las elecciones regionales, la apuesta de la Unidad Nacional por mantener el terreno ganado y la posibilidad de que la izquierda pierda la Alcaldía de Bogotá, una plaza en la que han obtenido importantes victorias electorales desde 2003 cuando Luis Eduardo Garzón llegó al Palacio de Liévano, son algunos de los ingredientes que le dan una particular relevancia a los comicios.
Contrario a lo que sucede en otras ciudades del país, donde la pelea por el poder está al rojo vivo, en Barranquilla desde hace algunos meses se da por descontado que el próximo alcalde será Alejandro Char, quien ya había llegado al primer puesto de la Arenosa en 2007.
Mientras tanto, según los expertos, la apatía y la indignación son el común denominador de las elecciones en Bucaramanga donde a pesar de que hay cinco candidatos inscritos, a poco más de un mes ir a las urnas, el voto en blanco les gana a los demás aspirantes.