Colombia permitirá, desde el 1 de abril próximo, el ingreso pruebas rápidas para la detección del coronavirus en el país. Sin embargo, desde sectores médicos y científicos se han expuesto dudas sobre la eficacia y eficiencia de estas en el diagnóstico del virus.
Por ejemplo, Andrés Zuluaga, docente e investigador del programa de Medicina de la Universidad de Antioquia, destacó en su cuenta de Twitter cuestionó que nunca fue consultado, como miembro de la Asociación Colombiana de Infectología, sobre la viabilidad de la aplicación de este tipo de pruebas y agregó que “nunca hubo consenso”. “Bienvenidos a la era de la falsa tranquilidad de las pruebas rápidas”, publicó en su cuenta de Twitter.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, por su parte, explicó que la circular expedida para la habilitación de esta prueba es para “garantizar los lineamientos y los usos específicos de las pruebas rápidas en el país”.
De igual manera, Ruiz Gómez resaltó que lo que se busca es que las EPS e IPS puedan ofrecer estas pruebas en su paquete de servicios para enfrentar el coronavirus en Colombia. “La prueba rápida puede ser realizada en un ámbito domiciliario y hospitalario y da un diagnóstico inmediato sobre la existencia o no de coronavirus”, manifestó Ruiz Gómez.
Finalmente, precisó que se estaba esperando la aprobación de este tipo de pruebas desde la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), tarea que se alcanzó a principios de esta semana. Dicha aprobación, según el ministro, es para “darle garantía a la población de que son adecuadas para la implementación”.
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En la Resolución 19 del Ministerio de Salud, el Ministerio señala que el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (Iets) realizó una revisión rápida de la literatura para detectar covid-19, en la que concluyó que “se debe tener presente que las pruebas sugeridas y evaluadas no son diagnósticas”.
Asimismo, se puede leer que estas “son pruebas de detección. Es decir, permiten la optimización de recursos ayudando a los profesionales de salud en la toma de decisiones en cuanto a aislamiento, realización de prueba diagnóstica confirmatoria, y tratamiento”.
¿Sirven o no?
Andrés Vecino, investigador de la Escuela Pública de Salud Johns Hopkins University, explica que hay dos tipos de pruebas: las RT-PCR y las rápidas. En este momento, las RT-PCR son las que se aplican en Colombia, y requieren de un laboratorio sofisticado, con niveles de bioseguridad altos, que hacen que el virus no se escape.
“Las pruebas rápidas tienen una eficacia variable que puede ser o no similar a las del PCR. La ventaja es que son menos costosas y no requieren de los laboratorios que requieren las de PCR. La verdad, es que ninguna prueba es un método único para controlar la epidemia”, explica el experto.
En el caso de las pruebas rápidas, que son las que espera aplicar el Gobierno a partir del 1 de abril próximo, detectan la respuesta inmunológica de la persona, es decir, las defensas que tiene contra el virus.
Ante esto, Vecino agrega que las defensas pueden ser de corto plazo, como cuando hay una gripa y las defensas actúan; o las de largo plazo, que son las que quedan en el cuerpo tras la aplicación de una vacuna, como sucede, por ejemplo, con el sarampión. “Las pruebas rápidas miden esas defensas y las clasifican y sirven para saber si tuve en el pasado o rengo actualmente la infección”.
Pese a las críticas sobre la aplicación de este tipo de pruebas rápidas, Vecino señala que “la ventaja es que no se necesitan laboratorios de alta tecnología (como con las PCR) y no necesita personal especializado” para su aplicación y lectura de los resultados.
Aquí vale aclarar que la polémica tomó dimensión en el país, por lo que pasó con la compra que hizo España esta semana a un laboratorio de China, el cual, según la embajada china en España, no contaba con los estudios clínicas de efectividad de las pruebas.
EL COLOMBIANO consultó cuál era la posición del Instituto Nacional de Salud frente a estas pruebas y señalaron que “el INS no tiene ninguna relación con las compras que particulares están haciendo. El gobierno no ha comprado ni comprará test rápidos. Lo que hizo el Ministerio fue aceptar su ingreso comercial al país”.